Una sorprendente recuperación ha tenido Pablo Navarro, el joven osornino que en octubre del 2016 fue sometido a la tercera intervención quirúrgica de estimulación profunda realizada en el país.

Pronto se cumplirán tres meses desde que fue internado en el Hospital San Borja Arriarán de Santiago y hace poco más de uno que fue dado de alta, luego de que se le insertara en su cerebro un neuroestimulador.

Antes de ello Pablo pasaba la mayor parte del tiempo en cama o internado en el Hospital san José de Osorno, pues la distonia secundaria tardía que padecía no le permitía tener control de sus movimientos.

Pero el mal tiempo al parecer es sólo un recuerdo, pues desde que dejó la capital sus avances han sido más que notorios. De hecho, camina normalmente y puede salir a recorrer la ciudad junto a su tía Yessica Núñez, quien detalló parte de sus progresos.

Pablo, por su parte, puede expresarse casi con normalidad, aún cuando continúa avanzando en su recuperación.

Estos costos no han sido gratuitos, sino de alto costo y obligaron a que su familia realizara una serie de beneficios y tocara puertas en municipio como los de Osorno y Puerto Octay, que cooperaron para reunir el dinero y poder financiar la operación.

La operación de estimulación cerebral profunda y sobre todo la adquisición del neuroestimulador insertado en su cerebro tuvieron un costo final de 19 millones de pesos.

Pudieron cancelar 8 millones, quedando un saldo pactado en 36 cuotas, cada una de 315 mil pesos. Esta situación los obliga a requerir la ayuda y a continuar con los beneficios para poder saldar la deuda con la operación que le dio un nuevo giro a su vida.