El establecimiento de una política dendroenergética, vinculada estrechamente con el plan de Descontaminación de Osorno ha causado una nueva controversia entre el Gobierno y las comunidades indígenas, especialmente en el territorio Mapuche Huilliche, que incorpora a diversas comunas de la provincia.

Y es que las nuevas normativa que aparezcan en torno a la producción, compra y venta de leña que aparezcan en el futuro podrían afectar directamente a quienes la producen, esto es comunidades campesinas e indígenas, sobre todo porque el objetivo de formalizar el negocio choca con el uso tradicional que dan a la madera, que se basa en el autoconsumo y en la comercialización esporádica para calefacción.

Al menos así lo piensan las comunidades indígenas de la provincia de Osorno, que se han levantado en contra de dicha propuesta dendroenergética, reclamando que no ha sido consulta, lo que ha generado una serie de reuniones con personeros de Gobierno.

De acuerdo a Óscar Huiniguir, dirigente de la comunidad indígena Newenche, en San Juan de la Costa, en el establecimiento de tal política de la leña sólo han sido considerados los que revenden la leña, no aquellos que la producen.

Además, hizo ver el dirigente, también podrían verse afectados personas que provienen del sector rural pero que viven en la ciudad y que trasladan leña hacia sus hogares.

Desde el Ministerio de Medio Ambiente se reconoce el problema, así como que aún no están definidas las estrategias para abordarlo.

Por ello es que se ha creado un comité de leña, integrado por representantes de los ministerios de Agricultura, Medioambiente, Energía y Conaf.

Sin embargo, según el seremi del ramo en Los Lagos, Jorge Pasminio, lo importante es entender que se debe combatir la venta de leña clandestina, pues muchas veces es húmeda y por tanto contamina más.

Según el plan de descontaminación al 2019 se debiera tener sólo venta de leña seca y certificada, para lo cual es importante la formalización en el Servicio de Impuestos Internos, aún cuando insistió en que con las comunidades no es una tarea fácil, dada las características de la vida rural.

Pasminio reiteró que parte de las estrategia para regularizar el uso de la leña es el establecimiento de secadores de leña, sobre todo a gran escala, pero que en menor cuantía, como por ejemplo en comunidades indígenas y campesinas  quienes no lo tendrían del todo claro.

De todas formas, reiteró, que la declaración de la leña como combustible por parte del Ministerio de Energía también apunta hacia que no sólo sea vista como un árbol, y por lo tanto regulada sólo por planes de manejo de CONAF.

Frente esta situación, Óscar Hueniguir se mostró en contra, posición que aseguró es compartida en otros dirigentes, pues pareciera ser que sólo se busca captar gravámenes en comunidades originarias a las que cuesta bastante producir un metro de leña, favoreciendo finalmente sólo a los intermediarios, que revenden la madera.

Pese a todo ello, Pasminio insistió en que se debe regularizar la actividad, en la búsqueda de que cuando el plan de descontamianción de Osorno sólo se venda leña seca y para ello la formalización de la actividad es más que importante, reconociendo que se deben dar más facilidades, apuntando hacia la asociatividad en comunidades indígenas.

De todas formas el seremi de Medio Ambiente descartó nuevamente que el plan de descontaminación de Osorno incorpore la eliminación de la leña, pues se reconoce como parte fundamental de la matriz energética.

Respecto a como se hará con las comunidades indígenas, principales productoras de leña con bosque en sus propiedades, sostuvo que se establecerá la estrategia en conjunto, pensando en que sólo en San Juan de la Costa hay más de cien agrupaciones territoriales, cada una con por lo menos 60 familias, todas las que usan la leña para el autoconsumo y para la comercialización de subsistencia.