La Iglesia entregó este jueves un balance tras la visita del papa Francisco, reconociendo que, pese a toda la planificación, hubo situaciones complejas como la ausencia de una vía delimitada para tránsito de vehículos de emergencia, además de aglomeraciones a la salida de los peregrinos desde el campo Eucarístico.

El obispo católico de Temuco, Héctor Vargas, precisó que si bien el ingreso de peregrinos a la misa que ofició el papa en Maquehue fue ordenado y en calma, la salida dejó de manifiesto lo necesario que habrían sido los dos “puentes mecano” que se intentó instalar sobre el río Cautín, cuyo alto caudal para esta época lo impidió.

Además, agregó que pese a las instrucciones impartidas por los parlantes y en folletos, pidiendo salir ordenadamente por parcelas o sectores desde el campo eucarístico, las largas horas de espera, sumadas al incremento de la temperatura, generaron que las más de 200 mil personas que asistieron a la misa decidieran salir al mismo tiempo.

Esto generó una situación muy compleja, impidiendo el ingreso de vehículos para discapacitados o enfermos, ya que no se habilitó una vía exclusiva como estaba planificado: no llegaron los conos que se usarían con tal fin.

El obispo Vargas lamentó también no haber logrado contar con otro acceso para los peregrinos, como por ejemplo por la base aérea, lo que habría evitado una serie de problemas.

En relación a la denuncia de Sebastián Cayuleo, uno de los invitados a almorzar con el Papa, pero que no pudo ingresar al recinto por orden de la Guardia Vaticana, el obispo lamentó lo ocurrido, más aun cuando la referida persona era su invitado .

Finalmente dijo que quedó muy impactado por la numerosa presencia de feligreses en sus actividades en la zona, lo que le manifestó al Papa cuando iban ya de regreso al aeropuerto regional en Quepe; tras completar más de seis horas de visita en La Araucanía.