Tras el positivo balance emitido desde la autoridad laboral, luego de 6 meses de la implementación de la Reforma Laboral, desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Osorno, discreparon respecto de ellos, señalando que las desigualdades sociales y precariedad del trabajo ponen en desventaja a trabajadores ante eventuales negociaciones.

Fue precisamente desde el Ministerio del Trabajo y Previsión Social que efectuaron un balance de la puesta en marcha de la Ley 20.940, señalando en términos estadísticos que entre abril y septiembre de este año sólo se han efectuado un total de 47 huelgas de las 334 aprobadas a nivel nacional, reduciendo de un 25% a tan sólo un 14% las movilizaciones respecto al mismo periodo durante 2016 y donde el promedio de las movilizaciones se mantiene en 13/9 días.

Sin embargo, para Claudio Millaguin, presidente de la CUT a nivel provincial, si bien reconoció ciertos avances en materia de términos de titularidad sindical y huelga efectiva, advirtió que de ahí a que se garantice lo estipulado en la ley, es algo muy distante.

Esto, dado principalmente porque se mantiene la precarización del trabajo y una desigualdad muy alta en términos de distribución de las riquezas, lo que genera que aquellos trabajadores que plantean un petitorio en una negociación, al asumir una huelga, deben lidiar con que serán al menos 15 días en los que deberán arriesgarse a no recibir sus remuneraciones.

Por lo que para el 53% de los chilenos que viven con un sueldo mínimo, se trata de un riesgo alto.

Según expresó, falta mucho en lo que se debe avanzar en esta materia, pues si bien en la actual carrera presidencial se prometen mayores plazas laborales, debe analizarse también de qué clase de trabajo se trata.

Finalmente explicó que mayoritariamente los procesos de negociación iniciados – en desigualdad de condiciones – no terminan con resultados favorables para los trabajadores.

Por lo mismo se mostró escéptico frente a los positivos balances emitidos desde la autoridad del trabajo a nivel nacional.