Entre bosques de araucarias milenarias, el equipo de los jardines infantiles de Fundación Integra se desplazan entre 15 kilómetros cordillera arriba para trabajar en estrecha colaboración con las familias mapuche – pehuenche de la comuna de Lonquimay.
Cada año, entre enero y marzo, las familias suben hasta la cordillera para realizar las actividades de recolección de piñones, leña y pastoreo de animales. Esto les permite asegurar el sustento para las familias durante el periodo invernal.
Durante este periodo, equipos de jardines infantiles de Fundación Integra acompañan a los niños y les ofrecen un programa educativo que les entregue continuidad en el aprendizaje para las familias de los sectores rurales.
Este programa se desarrolla desde 1994 como experiencia única en el país. Las veranadas se planifican en conjunto con las familias, quienes definen las localizaciones de los puntos de encuentros, además de inscribir a sus hijos en las cercanías donde se encuentran piñoneando.
Hasta ese lugar llegan educadoras y agentes educativas para compartir experiencias con los niños y sus familias, dando respuesta a las necesidades de la educación inicial de los menores que más lo necesitan.
Alejandra Navarrete, directora regional de Fundación Integra, indicó que esta iniciativa se ha mantenido por cerca de 23 años.
Este año se definieron 5 puntos de encuentro donde se atenderán a cerca de 75 niños que combinan sus actividades tradicionales con las familias, junto a la experiencia que viven con sus educadoras en plena cordillera.
