Chile es el país del mundo con la tasa más alta de cáncer de vesícula biliar y la mayoría de los casos se concentra en la zona centro-sur. Por esto, expertos de la Universidad de la Frontera (Ufro) y del Insituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, realizarán un estudio para determinar las causas que generan enfermedad.
El análisis contempla un universo de 25 mil personas, específicamente mujeres entre los 50 y 74 años de edad, debido a que este es el grupo que tiene más riesgo de desarrollar este tipo de patología.
Catherina Ferrecio, subdirectora del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas de la Ufro y académica de la Universidad Católica, explicó que este tipo de cáncer ha sido poco estudiado en países desarrollados, en donde sólo se detecta a personas con cálculos en la vesícula, que no representan mayor gravedad.
La experta indicó que una de las hipótesis que se barajan como causa probable de esta enfermedad, es el tipo de alimentación de las personas.
En el caso de la provincia de Cautín -que registra uno de los puntos con mayor cantidad de la patología- la aparición de este cáncer podría estar asociado al consumo de ají rojo, ya que de no ser almacenado de forma correcta, se puede generar un hongo con una toxina que aumentaría los riesgos de desarrollar la enfermedad.
La académica explicó que se eligió esta zona del país para realizar el estudio, debido a que no sólo se presentan altas tasas de esta patología, sino que también se ha observado una relación entre la aparición de este cáncer con las personas de los pueblos indígenas.
El doctor Juan Carlos Araya, del departamento de Anatomía Patológica de la Universidad de La Frontera, dijo que Temuco es una de las ciudades donde se detectan más nuevos casos de cáncer de vesícula al año.
El doctor también explicó que las tasas de mortalidad del cáncer son altas, debido a que se detecta de forma tardía.
El estudio pretende finalizar en aproximadamente 8 años, ya que los expertos deben monitorear a cada una de las personas que voluntariamente participarán del estudio para determinar la relación que existe entre el desarrollo de cálculos, la alimentación y la aparición del cáncer.
