La machi Francisca Linconao debió volver a la cárcel este sábado luego que el tribunal decidiera revocar el arresto domiciliario total otorgado esta misma semana en el marco de las diligencias que se realizan para esclarecer la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay.

En entrevista con el diario La Tercera, Linconao reiteró su inocencia explicando que como machi su trabajo es sanar gente. “Dios eligió a las machi para sanar, no para matar“.

“Duele el alma tanta injusticia […] Daré la cara proque la verdad está de mi favor. Ya he ganado antes en tribunales”, asegura Linconao, quien debió indemnizada por el Estado tras ser detenida por el mismo caso y posteriormente absuelta del delito de porte ilegal de armas.

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Linconao explica que su hermana trabajó muchos años para el matrimonio y hasta “don Werne Luchsinger me acompañó cuando me recibí como machi. Yo tenía 16 años y cuando paré mi rahue él estuvo conmigo acá, fue invitado y vino con toda su gente y años después también vino a mi ceremonia de ngeikurewen (renocación del rehue). Eramos cercanos“.

Consultada sobre la reivindicación mapuche, Linconao señaló que la apoya no así los actos de violencia. “El chileno no entiende ni quiere entender. Tampoco las autoridades, aunque uno les converse”.

Yo creo que a los mapuches nos miran todavía de mala forma, hacia abajo, sentenció.