“Siempre lo trato de decir: el desierto, según la última cifra, está avanzando a 0,4 kilómetros por año, si sigue esta tendencia y no hacemos nada, no estamos hablando acá de la economía sino como seres humanos y como parte de un sistema, el 2050 probablemente el desierto de Atacama esté acá”.

Con esas palabras, el seremi de Agricultura de la región de Coquimbo, Andrés Chiang, se refirió a situación por la cual atraviesa la zona en términos de desertificación y a los efectos de este fenómeno en diversas áreas.

De acuerdo a los resultados de un estudio hecho por la Corporación Nacional Forestal (Conaf), el 96% de la región de Coquimbo tiene riesgo grave de desertificación.

A lo anterior se suma que el uso intensivo del recurso hídrico, la escasez de agua y el calentamiento global han incidido de forma importante en el proceso de degradación del suelo, lo cual se transfiere en problemas en términos de productividad tanto económica como biológica.

Medidas a tomar

A modo de contrarrestar estos efectos, Chiang confirmó que el Ministerio de Agricultura, junto con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), inyectará más de 1.100 millones de pesos para “suelos degradados” de la zona del secano.

Es, justamente, en esta área donde viven cerca de 50 mil personas: un tercio de la población rural de la región.

Además, la labor que realiza Conaf tiene dos focos: el primero en términos de revegetación con especies de poco requerimiento hídrico y el segundo en materia investigativa.

“La Conaf no solamente hace estudios sino que se está haciendo cargo de cómo revegetar la región. Decimos revegetar porque es volver a tener la flora que existía antes en la Región de Coquimbo y que se ha ido degradando por la propia acción entrópica”, dijo el seremi.