Hasta la Superintendencia de Educación de La Serena llegó Cecilia Flores, madre y apoderada de un estudiante de cuarto año básico del Colegio Japón, para denunciar al establecimiento por reiteradas agresiones que habría sufrido su hijo por parte de sus compañeros de curso.

La madre del menor cuenta que durante dos años el pequeño de nueve años ha sido agredido en el establecimiento, situación que se tornó insostenible, afirma, luego de que el pasado lunes recibiera golpes por parte de siete compañeros de curso, consignó el Diario El Día.

“El lunes mi hijo fue a mi trabajo a decirme que un compañero lo tomó del cuello, lo tiró al suelo y le pidió a otros seis que lo patearan”, denunció la mujer.

Entre las agresiones que cuenta la madre, se registran golpes en la cabeza cuando sus compañeros pasar por detrás de él, le hacen tira trabajos e incluso le enterraron un lápiz en la oreja. Estos hechos fueron comentados con la directora, quien habría respondido que “le falta calle, que tenía que ser más vivaracho”, sostuvo la madre.

Por ello, denunció al colegio a la Superintendencia de Educación, esperando una sanción para loa involucrados, aunque se declaró decepcionada por la solicitud de pruebas por parte de la entidad, y pese a que las tiene, considera que tampoco se les da el espacio suficiente para poder contar al detalle las agresiones, su gravedad y repercusiones.

La madre señala que si bien un castigo para el colegio será una multa, esto no ayudará necesariamente a su hijo. ¿Qué pasa con la víctima?, reclamó.

El Colegio Japón indicó en una declaración que apenas se tuvo conocimiento de la denuncia “se activó protocolo de acción contemplado en el manual de convivencia e inició investigación al respecto, citando a los apoderados de los estudiantes involucrados en el incidente, para que expongan su versión de los hechos”, declararon.