Si bien las vendimias en la zona central de Chile ya terminaron, esta actividad sigue en pie a orillas del Lago General Carrera en la región de Aysén.

En Chile Chico, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), ligada al Ministerio de Agricultura, se prepara por segunda vez para producir “los vinos más australes del mundo”.

Keóken (amanecer en Tehuelche), es el nombre que llevan estos vinos “experimentales” del INIA, buscando alternativas productivas para el microclima de Chile Chico, donde ya se producen con éxito cerezas de exportación.

Desde la Patagonia, en plena vendimia, la especialista del INIA, Marisol Reyes, explicó que “este año la cosecha de uvas ha sido buena, aunque la fruta está levemente menos madura que la cosecha anterior, está sana y con buen sabor, lo que permite suponer que tendremos nuevamente un buen producto y una producción aproximada de 15 botellas de cada variedad”.

Para el director nacional del INIA, Pedro Bustos, “con esta segunda partida de vinos obtenida a escala experimental, cada vez se van generando mayores conocimientos y buenos resultados para demostrar que es posible ampliar la frontera vitivinícola de Chile hacia el sur del país”.

El sommelier Pascual Ibáñez degustó la primera partida de estos vinos y destacó que “representan un hito histórico a nivel mundial, ya que producir vinos en las condiciones extremas de Chile Chico, en la Patagonia chilena, no es una tarea sencilla”.

Diego Arribillaga, especialista en fruticultura de INIA Tamel Aike, resaltó la importancia de seguir diversificando la oferta productiva de esta zona, al incorporar una nueva alternativa.

“El INIA se propuso analizar la factibilidad técnica de ampliar la vitivinicultura nacional hacia el sur. Para esto, se establecieron unidades de validación en Temuco, Puerto Saavedra y Chile Chico, en las que se plantaron cinco variedades blancas (Chardonnay, Sauvignon Blanc, Riesling, Gewürstraminer y Pinot Gris) y tres tintas (Pinot Noir, Portugais Bleu y Tempranillo), sobre dos portainjertos”, puntualizó.
 
En el año 2017 se realizó la primera cosecha y vinificación en Chile Chico, utilizando dos variedades establecidas en el 2010, dando origen a los vinos Keóken, los más australes de mundo, puntuados por el renombrado crítico británico Tim Atkin, con 90 puntos el Pinot Noir y 91 puntos el Sauvignon Blanc.