Una menor de ocho meses pesa dieciocho kilos y, pese a que sólo se alimenta de leche materna, tiene la estatura de un niño de dos años y el peso de uno de cinco. Un médico inglés se interesó en su caso y sus padres no descartan trasladarse al Reino Unido para dilucidar el porqué de su situación, según consignó El Mercurio.

Ante las posibles complicaciones que podría tener durante el parto por el peso del bebé,casi cuatro kilos, la madre de la niña se trasladó hasta la región del Bío Bío donde dio a luz a Camila por parto normal.

Sin embargo, y al volver a Cochrane, la recién nacida comenzó a ganar peso de forma rápida sin ingerir alimentos que pudiesen influenciar el alza, comentaron sus padres.

Los progenitores no niegan la preocupación que sienten, sobretodo porque han agotado instancias en las cuales encontrar ayuda para su hija, consultando profesionales en su ciudad natal, Concepción e incluso Santiago.

Según especialistas nacionales, la condición que afecta a Camila podría ser una obesidad endocrinológica o genética, pese a que éstas son poco frecuentes.

Casos como el de la menor son poco comunes, pero sí ocurren y pueden traer graves consecuencias a futuro para quienes los padecen.