Este miércoles se presentó el último testigo del Ministerio Público en el caso en contra de Mauricio Ortega, principal sospechoso de la brutal agresión en contra de Nabila Rifo, la madrugada del 14 de mayo de 2016.
Se trató de Jorge Ortega, sobrino del único imputado de este caso de violencia de género, quien no se había presentado el martes por una supuesta descoordinación. Declaración que era importante de conocer, porque vive en la casa contigua donde se registró el asado que antecedió al ataque contra la joven madre.
Pero también, su testimonio era considerado clave para establecer lo sucedido con el teléfono de la víctima, luego que se descubriera un llamado al número de Ortega, horas posteriores al ataque, cuando Nabila se mantenía internada en estado grave.
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Según Carabineros, Jorge Ortega habría tomado la cartera de la víctima, a petición del propio Mauricio, quien luego manifestó a la policía que su pareja podría haber sido víctima de un asalto.
Consultado por las llamadas de teléfono, que según un peritaje de Carabineros él habría realizado la misma mañana de la agresión a Nabila hacia el celular del imputado, Ortega aseguró no recordar ese episodio, colocando en duda incluso la veracidad de ese peritaje.
Sin embargo, en su declaración, Jorge recordó cómo había encontrado la cartera de Nabila, que Mauricio había dado por perdida tras un presunto asalto. Al respecto, aseguró que el accesorio lo había encontrado en un costado de la cama en la casa ubicada en Lautaro, y luego simplemente la dejó encima, enfatizando en que Carabineros “siempre estuvo en la casa”.
“Cuando me llama el suboficial Gutiérrez y me dice ‘Oye Jorge, ¿tu sabí dónde está la cartera de la Nabila?’ y yo le dije ‘no sé dónde está, pero le puedo averiguar’, y Mauricio me dijo que podría estar arriba en el dormitorio cerca de la cama. Me fijé en la cama, y no estaba, así que metí la mano por la orilla de la cama y de repente la paso a tocar, una cartera chica (SIC)”, declaró.
En un relato confuso, donde en reiteradas ocasiones le reiteró al fiscal no recordar por lo que se le consultaba, el sobrino del imputado acusó haber sido presionado psicológicamente por Carabineros tanto el día después del ataque, como posteriormente, el 20 de mayo, cuando se le tomó declaración formal, testimonio que -según dijo- tampoco recordaba.
Lo que si rememoró, en tanto, fue que Carabineros ingresó al domicilio el día de la agresión a Nabila, sin una orden de registro y allanamiento, lo que fue cuestionado por la Fiscalía, quienes incluso solicitaron al tribunal objetar su declaración.
“Los carabineros me presionaban, me estaban echando la culpa a mí, y después que yo culpara a Mauricio”, señaló Jorge. Por lo mismo, desmintió su versión entregada a la policía uniformada donde señaló textual que su tío se “aceleraba” cuando consumía alcohol.
“Nunca lo he visto pelear (…) era un persona buena, respetuosa, preocupada de sus hijos, no tengo ninguna cosa mala que decir”, aseguró.
Respecto de la relación que Mauricio tenía con Nabila, declaró que “siempre los vi que eran una buena pareja”, agregando que nunca había visto alguna pelea entre ambos.
Consultado acerca si su tío le había pedido alguna ayuda para ordenar el interior de la casa tras la pelea que se había registrado esa madrugada del 14 de mayo, Jorge lo descartó categóricamente. “No, que yo lo recuerde”, sentenció.
Durante el contrainterrogatorio de la defensa, en tanto, se cuestionó duramente el trabajo policial en el sitio del suceso (SS) que realizó el Labocar, e igualmente se dejó de manifiesto que ese día ingresaron a la casa personal de Carabineros, el primo del imputado y su padrastro, además de la madre de la víctima junto a un oficial de la SIP, dejando entrever que pudieron haber ingresado otras personas a modificar el SS.
Con esta declaración, se colocó fin a la etapa de presentación de pruebas y testigos de la Fiscalía, esperándose que en la jornada de este jueves la defensa de Mauricio Ortega presente como su primer testigo, al perito particular Francisco Pulgar.
