Nuevos antecedentes entregó la familia de la mujer que murió en el aeródromo María Dolores de Los Ángeles, mientras era trasladada en un avión ambulancia desde Coyhaique hacia Santiago.

La noche del viernes, una paciente identificada como Geraldine Raquel Morales fue derivada de urgencia hasta la capital debido a un cuadro de insuficiencia respiratoria que la mantuvo internada en la unidad de medicina del Hospital Regional de Coyhaique, según publica Diario de Aysén.

No obstante, durante el vuelo en un avión ambulancia de la empresa “Movicare”, la mujer sufrió una crisis que obligó un aterrizaje de emergencia en el terminal aéreo de Los Ángeles, donde pese al esfuerzo de personal del SAMU, finalmente falleció.

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Al respecto, el gerente general de la empresa “Movicare”, Francisco Musalem, aseguró que la paciente “estaba en estado clínico grave, por lo cual se solicita un centro médico de mayor complejidad, para lo cual concurrimos nosotros a buscar a la paciente”.

“La paciente presentó un deterioro, por lo cual se solicitó un aterrizaje de emergencia en Los Ángeles, donde para poder realizar un manejo de mayor complejidad, concurrió el SAMU al lugar para prestar ayuda”, agregó el ejecutivo al mismo medio.

Familia critica servicio de avión ambulancia

Consultado por lo sucedido, el marido de Geraldine Morales, Enrique Pacheco, criticó duramente la infraestructura de la aeronave, apuntando derechamente a una eventual negligencia de la empresa.

“Era una simple avioneta… Con una puerta estrecha, no tenía una puerta de acceso para el piloto, todos entraron por una puerta, les costó introducir la camilla al interior del avión”, relató Pacheco.

“Lo encontré desordenado para ser un avión ambulancia, habían cables en el suelo, materiales en un rincón, bolsos en el piso”, agregó.

Según su testimonio, en medio del viaje su esposa sufrió una descompensación, instante en donde se percató que el tanque de oxígeno al cual estaba conectada, habría estado vacío.

“Mi señora se empieza a pegar en el pecho, y aún tenía colgando la mascarilla anterior, que era una bolsita que se infla, que estaba desinflada, haciendo señas de que no pasaba nada. La vi cabizbaja y veo que el doctor le pregunta a la enfermera algo, y ella le dice cuarenta… Ahí me doy cuenta que la saturación había disminuido a 40, y me di cuenta que mi señora ya no estaba viva”, añadió.

Al respecto, la familia no descartó iniciar acciones legales en contra de la empresa. “Aún no hemos tomado ninguna decisión, estamos en trámite pero si en algún momento hay que hacerlo, estamos dispuesto a realizarlo”, señaló Pacheco a Diario de Aysén.

Consultado al respecto por el mismo medio, el gerente general de la empresa “Movicare” declinó entregar una versión de la empresa. “En este caso no me voy abocar a responder qué pasó en específico en el caso particular”, concluyó.