Pedro Aguilar es un joven soldado de 18 años, que conmueve al Ejército con su historia de superación, ya que pasó por el Sename y también vivió en el Hogar de Cristo. Hoy pertenece a las Fuerzas Armadas porque así se lo juró a su padre.

Pedro fue uno de los 276 efectivos que realizaron el juramento a la bandera en la Plaza de Armas de Copiapó. En la instancia se dio a conocer su historia, emocionando a los presentes.

“Mi papá estaba metido en las drogas y para que yo no me metiera en eso mi mamá me mandó al Sename, estuve ahí desde los cuatro hasta los doce años, después me fui con mi mamá y estuve un año entero sin ver a mi papá”, relató.

Cuando su padre quedó preso, Pedro le prometió que entraría al Ejército para tener un mejor futuro, indicó el medio local SoyCopiapó. Luego su progenitor falleció y las relaciones con su madre empeoraron.

Posterior a su paso por el Sename, Pedro llegó al Hogar de Cristo, donde fue recibido por una “tía” a quien tomó gran cariño. Lamentablemente ella no logró asistir a su juramento, según dijo el joven soldado, por falta de dinero.

Otro triste momento para Pedro ese mismo día fue cuando supo, a último minuto, que su madre tampoco asistiría a la ceremonia de entrega de armas, pese a que ella le había prometido que estaría ahí.

Era el único sin familia, me puse a llorar porque es fome ver que los familiares le entregan el arma a sus hijos, es como un orgullo. Pero mi capitán me pasó el arma, ahí me sentí orgulloso”, afirmó.