La marginalidad y la xenofobia destacan en el crudo retrato que realizó de Antofagasta la agencia estadounidense Bloomberg, reconocido internacionalmente en el ámbito financiero.

De acuerdo a esta publicación, el rechazo a los extranjeros es más visible cuando llegan ciudadanos de Colombia, Perú y Bolivia. Y esto pareciera aumentar mientras se aproximan las presidenciales.

“El debate se está calentando a medida que nos acercamos a la elección”, señaló Benjamín Cruz, presidente de la organización que representa a los colombianos que viven en Antofagasta.

“Creemos que la violencia racial podría aumentar debido a que algunos políticos usan el mensaje anti inmigrante de una manera manipuladora; no advierten que pueden poner en riesgo vidas humanas”, agrega.

Sólo chilenos

En cinco años se duplicó el número de visas temporales que emitió Chile. Inclusive sobrepasó las 166.000 en el 2015. Después de Santiago, Antofagasta fue la comuna que entregó la mayor cantidad de visas a nivel nacional.

“En el centro de la ciudad, las antiguas tiendas han cedido su lugar a restaurantes peruanos y peluquerías, salones de belleza y negocios de ropa colombianos. Los parlantes emiten ritmos caribeños como la cumbia y el reggaeton mientras los inmigrantes venden fruta fresca bajo paraguas con los colores de la bandera de Colombia”, explica la publicación.

Además destaca que en el diario local El Mercurio de Antofagasta, es posible hallar al menos 30 anuncios solicitando trabajadores o inquilinos, con el requisito de que sean chilenos. “Empresa de seguridad necesita contratar guardias de seguridad. Nacionalidad: únicamente chilenos”, “Prestigiosa compañía de taxis busca operador de radio para su centro de llamadas en Antofagasta. Requisitos: nacionalidad chilena”, dicen los avisos.

Aquellas ofertas laborales que aceptan ciudadanos colombianos “suelen no ser lo que parecen”, agrega Bloomberg.

“A veces, las colombianas son remitidas directamente a prostíbulos cuando responden” porque están asociadas inexorablemente con la prostitución en la mente de los locales, dice Pilar Murillo, una inmigrante colombiana.

Leyes

“Si bien la presidenta Michelle Bachelet ha insistido en la defensa de las fronteras abiertas de Chile, su gobierno tardó más de un año en presentar un proyecto de ley al Congreso que actualizaría la legislación chilena -de 40 años de antigüedad- sobre migración, reconociendo los derechos de los migrantes y agilizando el congestionado sistema de otorgamiento de visas”, agrega Bloomberg.

Asimismo indica que “Con la demora del gobierno, no hay indicios de que el flujo de inmigrantes se detenga, y hasta podría estar aumentando”.

En ese sentido destaca que la oleada de extranjeros más reciente proviene de Venezuela.

“Una parte de la población de Antofagasta no entiende que esta ciudad será diversa y multicultural y que los migrantes han venido para quedarse”, aseveró Catalina Rojas, directora de la organización benéfica Servicio Jesuita para Migrantes en Antofagasta. “Siempre ha habido un chivo expiatorio; antes eran trabajadores chilenos del sur, luego, peruanos y bolivianos. Ahora son los colombianos y mañana podrían ser los venezolanos”, enfatiza.