Una familia de Antofagasta perdió su casa avaluada en 30 millones de pesos luego de pedir un préstamo de 500 mil pesos y no poder pagarlo.

“No sé qué hacer y a quién recurrir. No puedo creer lo que estoy viviendo. Cómo es posible que ocurriera esto, perder mi casa por quinientos mil pesos. Esa misma casa que nos costó tanto tener”, relató Patricia Sepúlveda a El Mercurio de Antofagasta.

Todo comenzó en septiembre de 2014, cuando su marido acudió a una sociedad de inversiones (financiera) producto de los problemas económicos que les aquejaban, institución que les pidió firmar algunos documentos, dentro de los que se establecía dejar hipotecada su vivienda.

Pero el marido de Patricia se dedica al rubro de la construcción y no tenía un empleo estable, por lo que pese a dar cumplimiento a los primeros pagos incurrió en mora con el paso del tiempo.

“Nosotros no sabíamos qué había pasado hasta que nos llegó una notificación de que la casa iría a remate. Fue en ese momento cuando supimos que efectivamente al no haber pagado en los tiempos establecidos, nuestra vivienda sería vendida al mejor postor”, comentó la afectada.

De acuerdo a la mujer buscaron algo de dinero para consultar a un abogado, “pero éste al final nos dijo que no se podía detener el proceso”.

La vivienda se fue a remate, día en que su esposo comprobó que la propiedad fue adquirida en 8 millones de pesos por parte de un particular. La familia cuenta con unos meses hasta que llegue la notificación para abandonar la casa, por lo que ya buscan dónde arrendar.

“Somos gente de esfuerzo y ahora nos quedamos en la calle porque la financiera aprovechó lo que tenía a su favor”, puntualizó, agregando que decidió entregar su testimonio al medio para advertir a otros que vistos en un apuro podrían hipotecar su casa.