Investigadores dieron cuenta de geoglifos prehispánicos que datan del año 900 d.C., situados en las planicies de María Elena, región de Antofagasta.

A raíz del hallazgo que estuvo oculto por cerca de 40 años, especialistas y el alcalde de María Elena, Jorge Godoy, aseguraron que apuntarán a resguardar el patrimonio rupestre, que -presuntamente- fue producido por comunidades tarapaqueñas.

Según consignó El Mercurio de Antofagasta, investigadores antropológicos confirmaron este miércoles el hallazgo de doce conjuntos de geoglifos en las planicies del desierto de Antofagasta.

La composición del bien encontrado abarca una área aproximada de 60 kilómetros, entre los fluentes San Salvador y El Loa.

Los geoglifos hallados son únicos en su tipo en toda la región, ya que el estar ubicados en una planicie, facilita su conservación. Esto, en comparación con los ubicados en el cerro Unita o en el sector de Chug Chug.

El investigador Claudio Castellón aseguró que al menos el 80% de la planicie intervenida aún no ha sido adulterada por el hombre, y detalló que los conjuntos contienen entre seis y diez diseños distintos, circulares y “chacras simbólicas para ceremonias“.

“Los geoglifos fueron hechos por gente proveniente de Tarapacá, que vinieron a dominar el territorio atacameño. Hubo luchas por la recolección del algarrobo”, sostuvo Castellón.

El investigador advirtió que con el tránsito de las camionetas 4×4 y la expansión de las empresas mineras en el sector, se han visto afectados los bienes patrimoniales de esta naturaleza, como en el caso de la ruta caravanera que une a Potosí con Cobija. Prácticas que dejaron al descubierto los geoglifos descubiertos por expertos en 1978, y que no habían sido compartidos aún para el conocimiento de la comunidad.

“Basta que pase una persona caminando o en un vehículo, y el daño que se produce ahí necesitaría miles de años para revertirse”, explicó la arqueóloga Catherine Westfall, quien colabora en la investigación junto al académico de la Universidad de Tarapacá, Luis Briones.

Briones declaró al respecto que “siempre se trata de mantener estas cosas con reserva, por el riesgo que significa que sean pisoteados”, explicó el académico.

Al tanto de lo acontecido, el alcalde de María Elena Jorge Godoy, detalló que han agendado una reunión con el Consejo de Monumentos Nacionales para solicitar que sean resguardados los geoglifos, ya que “siempre han estado en lugares visibles, pero no hay nada que los proteja”, sostuvo.

Los profesionales en tanto, declararon que en agosto un grupo de investigadores analizará con drones el lugar para elaborar un estudio que permita solicitar a las autoridades declarar alta sensibilidad patrimonial en la zona, con el fin de evitar cualquier tipo de daños que desvaloren el patromonio encontrado.