Las conocidas crisis en el Sename, Gendarmería y la Corporación de Asistencia Judicial, pesan sobre Javiera Blanco. La actual ministra de Justicia enfrentará una interpelación y existe la amenaza de una acusación constitucional.

Varias semanas han pasado desde que se destapó la crítica situación institucional por la que atraviesa el Servicio Nacional de Menores, incluyendo la desgarradora cifra de 185 muertes de niños dependientes del servicio.

Al mismo tiempo, el caso de la jubilación de la exesposa de Osvaldo Andrade, Myriam Olate exsubdirectora técnica de Gendarmería, sacó a la luz una supuesta red de tráfico de influencias en la institución, además de altas pensiones, y mal uso de licencias médicas.

Como si eso fuera poco, la presidenta Bachelet le solicitó la renuncia al cargo de subsecretario general de Gobierno a Osvaldo Soto, quien criticó a la ministra por el déficit de $2 mil millones en la CAJ durante su administración.

Cualquiera de los tres flancos, que generaron una crisis política en el Ejecutivo, han marcado la pauta comunicacional hasta hoy. Y si bien los trascendidos hablan de un pronto cambio de gabinete, existen suspicacias en torno a la aún permanencia de Blanco en el Gobierno, considerando la grave realidad que vive su Ministerio, y las críticas transversales a su gestión.

De hecho, el exdirector de Gendarmería, Tulio Arce, la acusó de solicitarle ascensos y contrataciones de militantes políticos.

Pese a todo, la presidenta se resiste a sacarla de Justicia por la relación de estima y cercanía que ambas sostienen. Es más, su cambio desde el Ministerio del Trabajo a la actual cartera no habría sido al azar, y es que Blanco mantiene fuertes vínculos con la fiscalía.

Según la revista QuéPasa, Javiera Blanco no sólo cuenta con redes en la política, sino que también en el mundo empresarial y judicial.

Los lazos de la ministra

La amistad de Javiera Blanco con la directora ejecutiva nacional (DEN) del Ministerio Público, Francisca Werth resulta relevante. Como amigas, ambas coincidieron en la fundación Paz Ciudadana en 2015 y en el Ministerio de Justicia, donde Werth ocupó el cargo de jefa de estudios mientras Blanco estaba a la cabeza.

Actualmente Werth es la segunda al mando del organismo que persigue delitos, por lo que existe cierto recelo en esta cercanía debido al nexo y comunicación fluida entre la Fiscalía y el Gobierno, en una etapa delicada por las investigaciones de financiamiento a campañas políticas.

Ciertamente la designación de Jorge Abbott como fiscal nacional fue obra de la ministra Blanco, quien puso su nombre en la lista y logró alcanzar el respaldo de los senadores de la oposición que no se mostraban de acuerdo en apoyarlo. El que Werth fuera designada por Abbott como la segunda a bordo, no hizo más que aumentar la especulación.

Sin embargo, fue la llegada como directora del Sename de la exfiscal del caso Tsunami, Solange Huerta -la misma que desestimó formalizar a la presidenta Bachelet en la indagatoria-, lo que explica que desde varios sectores vean la permanencia en el gabinete de Blanco como algo favorable para La Moneda, pues los acerca con la institución.

De hecho, en este sentido la última polémica ocurrió al conocerse la designación de la abogada Patricia Pérez como Conservadora de Bienes Raíces de Villa Alemana, concurso al que se presentaron cerca de 30 candidatos.

La exministra de Justicia de Sebastián Piñera es amiga de Javiera Blanco y esposa del fiscal Pablo Gómez. Fue Blanco quien puso a Pérez en el puesto.

Como persecutor nacional y candidato de Blanco, Jorge Abbott dejó a Gómez a cargo del caso SQM, es decir, el que más complica al oficialismo por la arista AyN, que podría llegar al comando presidencial de Bachelet.

En conversación con Radio Bío Bío, el periodista Mirko Macari señaló que es notoria la llegada que tiene Blanco con el alto nivel de la Fiscalía, logrando acceso a información privilegiada en los casos de platas políticas.

Javiera Blanco es probablemente el gran nexo que tiene La Moneda para enviar los mensajes al Ministerio Público y que éste entienda hasta dónde llegar”, explicó.

Para graficar su argumento, Macari recordó que Abbott se había comprometido en terminar las indagatorias por financiamiento pronto y no llegar hasta la presidenta, lo que ha sido imposible por el peso de los hechos que se han conocido.

Paz Ciudadana

Como gerente de proyectos y luego directora ejecutiva en su paso por Paz Ciudadana, Blanco formó un fuerte vínculo con el mundo empresarial. Pero es Bernardo Matte su nexo con la centro derecha política, pues el empresario es cercano al RN Andrés Allamand. Con ello la ministra ha logrado respaldo desde la oposición en votaciones polémicas como lo del mismo Abbott y la agenda corta antidelincuencia.

En tiempos en que la ciudadanía demanda transparencia y ética en la “mayor crisis institucional y política” que ha vivido Chile -según Ricardo Lagos-, Javiera Blanco, ministra de Michelle Bachelet, es vista como el símbolo de la relación entre el poder y política.