Carabineros confirmó separación de sus funciones operativas a un capitán de la institución que habría omitido información sobre el secuestro del policía Guillermo López Sepúlveda a manos de narcotraficantes en Talca.
Revuelo causaron los nuevos antecedentes que esgrimió la Fiscalía Regional del Maule, a través de su abogado Rodrigo Peña, en torno al secuestro y torturas que sufrió el pasado 26 de marzo un cabo primero de carabineros de la Tercera Comisaría de Talca, identificado como Gillermo López Sepúlveda, a manos de una peligrosa banda de narcotraficantes, que fue desbaratada por efectivos antinarcóticos de la Policía de Investigaciones de esta ciudad.
El caso que no fue denunciado por el funcionario, sólo quedó al descubierto hace algunos días cuando la PDI incautó un teléfono celular al cabecilla de la banda, en donde se observa al uniformado siendo brutalmente golpeado por varios narcos, presuntamente por haber intentado tener un encuentro sentimental con la esposa de uno de los detenidos.
Según datos extraoficiales, ahora se reveló la vinculación de un segundo uniformado, el capitán de Carabineros Carlos Fernández Paredes, que mantendría vínculos de amistad con la misma familia del cabecilla de la banda de narcotraficantes, y más aún, que tuvo conocimiento de la brutal golpiza y secuestro que había sufrido el cabo López, pero que no denunció.
Esto habría quedado corroborado en las escuchas telefónicas y mensajes de whatsapp que fueron periciados por efectivos antinarcóticos de la PDI durante la investigación.
Al respecto, el vocero de la Fiscalía Regional del Maule, Rodrigo Peña, reconoció que ambos uniformados han sido citados a declarar ante el fiscal que investiga el delito de tráfico de drogas.
Los antecedentes del caso fueron remitidos a la Fiscalía Militar, en donde ambos enfrentan el cargo de omisión, es decir, abandono de deberes militares. Hechos que fueron confirmados por el alto mando de Carabineros en el Maule.
No obstante, se aclaró que no se les vincularía al delito de tráfico de drogas, que mantiene a seis narcos en prisión preventiva en la cárcel de Talca.
Recordar que el violento caso sólo quedó al descubierto cuando efectivos de la PDI intervino los teléfonos celulares de los nueve narcotraficantes, incluyendo al cabecilla del grupo, quien le tendió una “trampa” al policía, simulando ser la esposa a través del Whatsapp para invitar al carabineros a una cita y luego en la casa, agredir y amenazar de muerte al uniformado.
