Tras los daños causados a la iglesia de la Gratitud Nacional en Santiago, el vocero de la Confech, Gabriel Iturra, criticó los actos de violencia en medio de la marcha por la educación.

El dirigente emplazó a las autoridades que visitaron la iglesia a responder a las “problemáticas de represión que hemos vivido los estudiantes”.

“Si Cristo estuviera vivo, estaría en esta mesa denunciando las irregularidades de nuestra educación. Claramente, no estaría entrando a una iglesia a romper una estatua de un culto en particular”, agregó.

El ministro del Interior, Mario Fernández, en su primer día en el cargo, anunció que la Intendencia Metropolitana presentará acciones legales por el destrozo del lugar patrimonial, tras visitar la iglesia donde los estudiantes sacaron el crucifijo del lugar y lo destruyeron en las afueras.

Aldo Vidal, jefe de la zona de control del orden público, anunció que se inició una investigación donde se usarán las distintas imágenes registradas para dar con la identidad de los responsables.

El fiscal Marcelo Cabrera, en tanto, dijo que se podrían configurar los delitos de infracción al patrimonio cultural y otros daños por la vulneración de imágenes de culto.

Al respecto, el vocero de la Coodinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), José Corona, rechazó los actos, acusando a minorías de utilizar las movilizaciones sociales para realizar destrozos.