Este miércoles, el Instituto de Salud Pública (ISP) retrasó la producción de una nueva partida de Cannabiol, el primer medicamento en base a cannabis en ser producido en Chile y América Latina.

En febrero de 2018, la entidad dio luz verde a la fabricación 3.600 dosis, las que se agotaron en agosto de ese mismo año, consignó La Tercera.

El bloqueo de la producción de nuevas unidades generó la molestia de organizaciones sociales y de pacientes de la región Metropolitana, quienes ya ingresaron ante la Intendencia la petición para protestar frente al edificio del ISP el 11 de septiembre, a las 11:00 horas.

Desde esa fecha, y de acuerdo a datos entregados por la Fundación Daya, serían cerca de 2.500 personas las que no podrían continuar con el tratamiento, en su mayoría pacientes oncológicos, aunque el medicamento también puede ser usado por quienes sufren fibromialgia.

“Aquí se está vulnerando el derecho a la salud de los pacientes que han encontrado en el uso de Cannabiol una importante mejoría en su calidad de vida, sin presentarse efectos adversos significativos”, dijo la directora de Daya, la actriz Ana María Gazmuri.

“El camino judicial deberá ser el mismo que el propuesto el año pasado, con el fin de evitar que esta situación siga afectando a los pacientes que están actualmente en tratamiento”, añadió.

Desde la misma organización, uno de sus médicos, Diego Cruz, sostuvo que Cannabiol “es muy efectivo para pacientes con dolor crónico refractario”, según su experiencia profesional.

Desde Mamá Cultiva, su presidenta, Paulina Bobadilla, mostró una postura similar y acusó que la falta de unidades también afecta a aquellos pacientes que adquieren el medicamento de manera gratuita a través de programas municipales.

El Cannabiol es un fitofármaco que elabora Knop Laboratorios y que se obtiene empleando materias primas vegetales, “ya sea con finalidad profiláctica, curativa, paliativa o para fines de diagnóstico, según la definición de la OMS”, señaló el citado medio.

De acuerdo a Daya, Cannabiol “cuenta con un estudio clínico fase I concluido y tres estudios clínicos fase II en curso para comprobar su efectividad para el manejo del dolor en pacientes oncológicos y en pacientes con fibromialgia”.