Un complicado panorama mediático enfrenta el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, luego que el Partido Socialista lo denunciara ante la Contraloría por un viaje que realizó en abril a Boston para una actividad de la Universidad de Harvard, y que fue financiado con fondos públicos.
Pese a haber recibido la invitación de su alma mater nueve meses antes de asumir como ministro en su calidad de exalumno de la prestigiosa universidad estadounidense, recién la confirmó el 23 de febrero pasado, precisamente cuando el presidente Sebastián Piñera lo anunció como futuro titular de Hacienda.
No obstante, el jefe de las finanzas públicas decidió imputar al erario fiscal los más de cinco millones de pesos que costó el viaje a Boston que realizó a mediados de abril pasado, y que incluían los pasajes en clase ejecutiva además de $990 mil en concepto de viáticos.
Así lo acusó la bancada de diputados del Partido Socialista, que denunció ante la Contraloría General de la República al secretario de Estado por faltas a la probidad, ya que a juicio del diputado Manuel Monsalve, el viaje tenía un carácter privado.
Al respecto, el ministro aseguró que buena parte de los costos del viaje serán reembolsados por la Universidad de Harvard y junto con asegurar que la denuncia del PS es una pequeñez, añadió que el hecho de que lo hayan invitado prestigia a nuestro país.
Según explicaron a Radio Bío Bío, el reembolso se realizará a través de la Subsecretaría de Hacienda.
Por su parte, el diputado socialista Leonardo Soto, señaló que el costo del viaje y las condiciones en que se generó van en contra de la política de austeridad anunciada por el propio Felipe Larraín, a quien acusó de convertirse en monumento al “padre Gatica, que predica pero no practica”.
En medio de la polémica, y a diferencia de otras ocasiones en donde parlamentarios oficialistas salen a blindar a los secretarios de Estado, esta vez llamó la atención el silencio de los congresistas de Chile Vamos.
Sin embargo, consultado directamente sobre el tema, el diputado de la UDI, Juan Antonio Coloma, desestimó las críticas al ministro de Hacienda y aseveró que poner en duda la austeridad fiscal por un pasaje, es sólo una forma de ataque en contra de Felipe Larraín.
Mientras, el presidente del Consejo para la Transparencia, Marcelo Drago, señaló que efectivamente los viajes privados no pueden ser imputados al erario fiscal, pero agregó que será la Contraloría la instancia que resolverá si es procedente que la actividad del ministro Larraín en Harvard sea considerada como una invitación oficial.
La explicación del titular de Hacienda dejó más dudas que certezas, debido a que evitó profundizar en el tema.
Por lo mismo, no causó extrañeza que desde el Ministerio de Hacienda emitieran una declaración pública, reafirmado el carácter oficial del viaje de Larraín y aseguraron que la charla que dio fue ad-honorem y agregaron que si el órgano contralor lo determina, habría disposición para reintegrar aquella parte del costo que no haya sido reembolsado por Harvard University.
Esto recuerda lo sucedido con la expresidenta Michelle Bachelet, cuando viajó hasta Brasil para el partido de Chile contra el seleccionado local, durante el Mundial de 2014.
Las dudas
La actividad donde expuso el encargado de las finanzas públicas se realizó sólo durante la jornada del 14 de abril pasado, y la exposición estuvo agendada a eso del mediodía.
Pero, el viaje fue informado para el respectivo pago de viáticos, desde el 11 hasta el 16 de abril, según aparece publicado en la página web de Hacienda.
Por lo mismo surge la interrogante acerca de las actividades que realizó durante el resto de los días, y si fueron de carácter privado o no. Porque en los casos en que se trata de viajes oficiales, Hacienda asume el gasto completo. No obstante, acá se habla de un reembolso por parte de la prestigiosa universidad estadounidense.
De acuerdo a Transparencia, el patrimonio del secretario de Estado es de más de seis mil millones de pesos, por lo que no habría tenido necesariamente problemas para autofinanciar su viaje.
Lo cierto es que pese a las ocasiones en que se ha intentado explicar lo sucedido, siguen quedando dudas que mantienen en una incómoda posición al secretario de Estado, dejando en entredicho su discurso de austeridad y su “cruzada” por reducir el gasto fiscal.
Revisa el detalle de la presentación del PS ante la Contraloría General de la República:
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