La exministra Mariana Aylwin reafirmó su mal diagnóstico de la Democracia Cristiana, luego de las renuncias de Soledad Alvear y el histórico Gutenberg Martínez.

Según la exsecretaria de Educación, las nuevas salidas no destruyen a la DC, porque el daño ya estaba hecho desde antes.

Cuestionó, además, la falta de liderazgos e insistió en que las renuncias demuestran que varios sienten que desde la Democracia Cristiana no se puede aportar al país con visión humanista y democrática.

El jefe de bancada de los diputados de la DC, Matías Walker, descartó que con la renuncia de militantes moderados el partido se izquierdice. Aseguró que así como algunos se fueron, quedan muchos que decidieron mantener los principios de la falange.

La dirección del partido la disputarán el exdiputado Fuad Chahín y el exgobernador de San Antonio, Humberto Burotto, el próximo 27 de mayo.