Sólo un par de días quedan para que venza el plazo en la inscripción de las listas que competirán de la elección interna en la Democracia Cristiana. Sin embargo, estas están por quedar sin efecto, de concretarse la lista de consenso que promueve el hasta ahora único candidato, el exdiputado Fuad Chahín.

Y a pesar de que se atribuye un apoyo transversal en el partido para le iniciativa de Chahín, el ala progresista de la colectividad no está muy convencida e incluso sigue analizando posibilidades de nombres.

Algunos, de la denominada disidencia, como el diputado Gabriel Silber, ya le dieron su público apoyo a Chahín, pero con la idea de que integre nombres de todas las corrientes de la falange.

Más allá de los consensos o del “pegoteo”, la senadora Carolina Goic sostuvo que se debe poner énfasis en el proyecto que presentará la DC.

A su juicio, no hay resultados si al día siguiente de la instalación de una directiva también se instala una disidencia.

Un día después de renunciar a competir, el senador Francisco Huenchumilla, la opción de la disidencia, reiteró que el partido debe hacerse cargo de superar diferencias profundas, antes de la pelea por la conducción de la DC, lo que para algunos se hará en el próximo Congreso Ideológico.

En ese sentido, al exdiputado Chahín sólo le queda confirmar nombres de la disidencia, pero también comprometer otros apoyos, como el del exintendente Claudio Orrego, quien mantiene incertidumbre sobre su postura.

Lo anterior, dependiendo de cómo se conforme la lista del exparlamentario, luego de que su opción, Alberto Undurraga, también se bajara de la competencia.