El cardenal Ricardo Ezzati se refirió a la carta enviada por el papa Francisco a los Obispos de Chile, tras llevar a cabo un encuentro con los sacerdotes de Santiago en la Catedral, convocada para hablar sobre el mensaje de la máxima autoridad eclesiástica.

Al respecto, afirmó que el obispo de Osorno, Juan Barros, “sin duda alguna” debe dar un paso al costado.

“Yo no soy juez para decir si él encubrió o no, pero el bien del pueblo de Dios pide de parte de él la disponibilidad”, afirmó.

Sobre eventuales responsabilidades en la información dada al Papa, dio cierta cuota al cardinal emérito Errázuriz por su calidad de consejero, considerando sin embargo que la información que se entrega a Francisco es de acuerdo a lo que se solicita del sumo pontífice.

Expresó también que sienten “dolor y vergüenza junto con el santo padre” por las heridas causadas por los abusos denunciados contra miembros la Iglesia Católica.

Afirmó que la carta “nos pone frente a un escenario que es muy doloroso para la Iglesia, de manera particular muy doloroso para las víctimas, nos pone frente a responsabilidades y también a acciones a realizarse en un futuro inmediato, a mediano y largo plazo”.

Todo esto “para colaborar a sanar en los corazones de las víctimas el dolor, esa llaga abierta que sigue todavía sangrando”.

Enfatizó en que el Papa solicitó su colaboración para buscar medidas para “restablecer la comunión eclesial en Chile para reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia”.

Éstas, dijo, irían en la línea de la prevención, sin dar mayores detalles.