Tanto Sebastián Piñera como Michelle Bachelet han sido presidentes que vivieron chascarros y anécdotas en sus gobiernos, pero pocas veces un incidente de esas características ha ocurrido el día del traspaso de mando. Pasó hace cuatro años, cuando Bachelet iniciaba su segundo periodo.
Frente al Congreso Pleno, el presidente entrante debe realizar su juramento o promesa. Además, recibe la piocha de O’Higgins, símbolo del poder, y la banda presidencial.
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En ese momento, la entonces presidenta del Senado, Isabel Allende, procedió a investir a la Mandataria, sin embargo, le entregaba la banda al revés, es decir, con la franja roja hacia arriba, error que fue advertido rápidamente por uno de los edecanes.
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La intervención del funcionario permitió enmendar en parte la falla del protocolo, pero había algo insalvable a esas alturas: la banda quedó con sus costuras de la parte inferior a la vista.
Con esa anécdota se inició el segundo gobierno de Bachelet, que llega a su fin este domingo.