Chile advirtió a Cuba que sus relaciones bilaterales podrían verse afectadas, luego de que la isla deportara al diputado electo de la Democracia Cristiana, Miguel Ángel Calisto, y le negara el ingreso al diputado UDI, Jaime Bellolio, quienes pretendían participar de la entrega de premios Oswaldo Payá.

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Ya el año pasado ocurrió el mismo roce entre Chile y Cuba, donde incluso el Gobierno llamó a informar al embajador de Chile en La Habana cuando negó la entrada a la exministra Mariana Aylwin.

Esta vez, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros, entregó una nota de protesta al embajador de Cuba en nuestro país, Jorge Lamadrid, y le enfatizó que este tipo de situaciones afecta las relaciones bilaterales.

Calisto, por su parte, lamentó los hechos y dijo no haber querido provocar al gobierno cubano.

El diputado Bellolio, en tanto, emplazó a la izquierda a pronunciarse sobre la situación calificando al régimen cubano como una “dictadura” y criticando el que, a su juicio, es el “doble estándar” de la izquierda, en materia de Derechos Humanos.

Quien también lamentó la situación y pidió la revisión de las normas en esta materia, fue el expresidente Ricardo Lagos.

Desde la UDI pidieron al Partido Comunista que llamara a Cuba para solucionar el problema, situación que para el legislador del PC, Daniel Núñez, es un “tongo”.

El congresista dijo que si su conglomerado obrara de esa forma, la UDI tendría que ir a Punta Peuco a pedir información a los reos condenados por violaciones a los Derechos Humanos.

El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, recordó que algunos de esos mismos sectores pidieron al Gobierno no invitar al cambio de mando a los presidentes Raúl Castro y Nicolás Maduro, lo que a su juicio equivale a no querer dejarlos entrar.

El dirigente también acusó intencionalidad con el fin de afectar el acuerdo de la futura oposición en la Cámara de Diputados.