Las mujeres realizan en promedio 5,80 horas diarias de trabajo no remunerado, lo que son 3,21 horas más que las dedicadas por los hombres (2,59 horas). Además, también destinan 0,49 horas menos a actividades de ocio y vida social.

En la misma linea, las mujeres presentan menores niveles de satisfacción con respecto al tiempo destinado a las amistades, pasatiempos y la calidad del mismo.

Estas son algunas de las conclusiones del informe “La dimensión personal del tiempo” publicado por el INE, el que fue realizado en base a la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT) 2015.

En ésta se profundizó en la forma en que usan su tiempo los chilenos, comparando entre rangos etarios y entre hombres y mujeres.

Se diferenció también por horas dedicadas a actividades productivas dentro de la frontera de producción del Sistema de Cuentas Nacionales, ya sea remuneradas (para autoconsumo o en una ocupación) y no remuneradas (trabajo doméstico en el propio hogar, de cuidado a integrantes del mismo y para otros hogares de forma voluntaria), además de las actividades personales (cuidados, sueño, educación, ocio y vida social).

El informe se fundamenta en que “la búsqueda de equilibrio entre el tiempo destinado a los distintos tipos de trabajo y aquel dedicado a la vida personal y familiar, es uno de los principales desafíos en la construcción de una sociedad que avance hacia una concepción de bienestar integral”.

Infografía.
INE

Detalles

Según el informe, de entre todas las personas, independientemente de si realizaron la actividad o no, una cuarta parte del día (6,17 horas) se destina al ocio y a la vida social.

Si bien las horas dedicadas por las mujeres al mercado laboral y los estudios son menos que en el caso de los hombres (3,61 horas versus 5,74 horas, respectivamente), el mayor tiempo que destinan al trabajo no remunerado se traduce en una menor disponibilidad para las actividades de ocio y vida social: las mujeres destinan 5,94 horas promedio a esto último, mientras que los hombres dedican 6,43 horas en un día tipo.

Las personas desocupadas e inactivas (o sea, fuera de la fuerza de trabajo), como sería de esperarse destinan más tiempo al ocio y a la vida social que la población ocupada, pero también presentan una mayor brecha de género en sus tiempos asignados a estos pasatiempos.

Los hombres desocupados e inactivos dedican 1,57 horas y 1,28 horas más que ellas al ocio y la vida social respectivamente, mientras para los ocupados esta diferencia es de 0,34 horas, siempre en desmedro de las mujeres.

Analizando por quintil de ingresos, se puede observar que la brecha aumenta gradualmente, mostrando que los hogares con más ingresos dedican hasta 6,75 horas más al ocio a la vez que las horas dedicadas a trabajos no remunerados desciende a 3,96 horas.

En cuanto a las actividades de ocio y vida social, casi toda la población declara destinar tiempo a compartir y conversar con la familia y amigos.

Sin embargo, las tasas de participación y los tiempos promedio destinados a esta actividad disminuyen a medida que aumenta la edad, sin diferencias significativas entre hombres y mujeres.

Deportes

En cuanto a la práctica de deportes, la participación se concentra en los hombres jóvenes.

Un 45,1% de los hombres entre 12 y 24 años realiza deportes, contra el 24,1% de las mujeres en el mismo rango etario.

En ambos sexos la participación disminuye conforme avanza la edad.

Por ejemplo, un hombre de 12 a 24 años dedica en promedio 1,21 horas diarias a esta actividad, mientras que uno de 66 años o más lo hace solo 0,76 horas.

En el caso de las mujeres, el primer rango etario mencionado realiza 0,96 horas diarias de deportes y el segundo, 0,69 horas.

Revisa la síntesis del informe aquí.