Desde este viernes todos los jardines infantiles que no reciben aportes del Estado deberán iniciar un proceso de obtención de la Autorización de Funcionamiento, certificación otorgada por el Ministerio de Educación que pretende dar garantías de calidad educativa, seguridad y bienestar para quienes asisten a la educación parvularia.

Esta autorización se solicita a través de las Secretarías Regionales Ministeriales de Educación (Seremi) de cada región, debiendo acreditar un conjunto de condiciones jurídicas, pedagógicas y de infraestructura para poder funcionar.

Los establecimientos que se encontraban en funcionamiento anterior al 1 de enero de 2017 tendrán un plazo de adecuación hasta el 27 de agosto de 2019. Tras esa fecha, quienes no tengan certificación no podrán funcionar.

La subsecretaria de Educación Parvularia, María Isabel Díaz, señaló en un comunicado de prensa que “el proceso de certificación se enmarca en esta política de calidad y equidad para la Educación Parvularia, donde queremos que todos los niños y niñas tengan acceso a las mismas oportunidades de aprendizaje, con condiciones de infraestructura que aseguren que las experiencias educativas se realizan en ambientes seguros, saludables y bien tratantes. Sin duda, esto se traduce en tranquilidad y confianza para las familias”.

La certificación se suma a la ya exigida para los establecimientos que reciben aportes regulares del Estado, quienes deben contar con un Reconocimiento Oficial, proceso en el cual se encuentran los jardines infantiles de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) y de Fundación Integra.