Un año y 6 meses demoró el Gobierno en sacar del Congreso el proyecto de Ley de Educación Superior. Una iniciativa que fue duramente criticada por todos los actores y que llevó a que el Ejecutivo tuviera que dividirla, sacando el capítulo referente a las Universidades del Estado, e ingresando una indicación sustitutiva para reestructurar gran parte del proyecto.

La presidenta Michelle Bachelet, a través de su cuenta en Twitter, celebró la aprobación de la iniciativa y manifestó que ella “devuelve al Estado su rol protagónico en asegurar una educación superior pública de calidad”.

Y es que si bien los cambios que hizo el Senado fueron calificados como positivos para la iniciativa, algunos legisladores como la PPD, Cristina Girardi y Yasna Provoste, de la DC; más Giorgio Jackson, de Revolución Democrática, críticaron duramente estas modificaciones y solicitaron la votación separada de algunos artículos, los cuales si bien rechazaron, no alcanzó para terminar con el proyecto en comisión mixta.

Pese a estos cuestionamientos, el proyecto de Educación Superior se terminó aprobando con las enmiendas del Senado, quedando listo para su promulgación una vez que cumpla con el control de legalidad en el Tribunal Constitucional.

La ministra de Educación, Adriana Delpiano, celebró la votación y garantizó que el proyecto es un avance en la regulación del sistema, tras las críticas de las parlamentarias de la Nueva Mayoría.

Así también lo valoró la diputada Comunista, Camila Vallejo, quien si bien coincidió en que hay algunos puntos que no la satisfacen del todo, agregó que de haber rechazado el proyecto, se hubiera puesto en peligro la gratuidad universal.

Al igual que los comunistas, en la UDI también respaldaron los cambios del Senado y votaron a favor de la iniciativa, pese a sus reparos, como lo detalló el diputado, Jaime Bellolio.

Durante la discusión, el diputado Giorgio Jackson, sacó en cara al Gobierno su incumplimento sobre el envío de un proyecto para reemplazar el Crédito con Aval del Estado (CAE), y que fue parte del compromiso que hizo el Ejecutivo con los parlamentarios en el marco de la votación en general de iniciativa.

Tras la votación, el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, el mismo que hace una semanas descartó que un proyecto para reemplazar al CAE pudiera tramitarse en este Gobierno; anunció que en la primera sesión de la Cámara de Diputados, en marzo próximo, se ingresará una iniciativa en ese tenor.

En la tarde, fue el turno del último proyecto, el de Universidades del Estado. Inciativa que fue apoyada de forma transversal, pese a los rechazos que hicieron desde el Frente Amplio a algunos aspectos modificados en el Senado, pero que no generaron mayor efecto.

El ministro secretario General de la Presidencia, Gabriel de la Fuente, destacó que el despacho de ambas iniciativas, sentenciando que se cumplió con la reforma educacional.

Donde no quedaron del todo satisfechos, fue en las universidades del G9, las privadas del Cruch, quienes insistieron que no contar con un plan de fortalecimiento similar a las universidades del Estado es una discriminación, junto con sostener que el Consejo Coordinador de planteles estatales, terminará por debilitar al Consejo de Rectores.