Los abogados intervinientes en el denominado caso Penta consideraron que la renuncia de los fiscales Carlos Gajardo y Patricio Norambuena, podría poner en riesgo las futuras acciones del proceso.

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Ello, en lo que respecta a la comprobación de la presunta comisión de los delitos de cohecho, por parte de algunos de los imputados.

Mauricio Daza, jurista querellante en el caso, precisó que es lamentable que algunos de los imputados no vayan a juicio.

“Resulta lamentable que a vista y paciencia de toda la opinión pública se cierren estas investigaciones sin llegar a juicio oral y sin que existan condenas que sean ejemplares y produzcan un efecto preventivo y sancionatorio”, declaró el jurista.

Los dichos de Daza apuntan al caso del senador UDI, Iván Moreira, quien negoció con el Ministerio Público una salida alternativa al caso, situación que detonó la denuncia de los persecutores Gajardo y Norambuena.

Por su parte, el abogado Felipe Moraga, representante del grupo Cruzat, puso en duda la habilidad de los fiscales adjuntos que deberán asumir el caso, para lograr conocer la causa en el corto plazo.

“Esto va a retrasar, mínimo, unos seis meses, porque el nuevo fiscal no podrá interiorizarse de los más de 50 tomos que tiene la causa”, puntualizó Moraga.

En el intertanto, el jefe nacional del ente persecutor, Jorge Abbott, respaldó la decisión del fiscal Manuel Guerra, afirmando que “si los fiscales no están de acuerdo con las decisiones que toman quienes tienen la atribución legal para tomarlas y se sienten incómodos dentro de la institución, me parece muy legítimo que ellos renuncien”.