Parlamentarios aseguraron no conocer la auditoría que cuestiona una serie de gastos de diputados y senadores, que incluyen bebidas alcohólicas, taxis entre el aeropuerto de Santiago y Valparaíso y un taladro de 200 mil pesos para reparar una oficina parlamentaria.
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Recordemos que hay una serie de rendiciones de diputados y senadores que han sido objetadas por una auditoría y que dicen relación principalmente con boletas por alimentación que incluyen incluso consumo de alcohol.
A juicio del Comité de Auditoría del Congreso, al no haber un aporte de proteínas, esto último no corresponde ser imputado al ítem de alimentación.
Además, se cuestiona el pago de altos montos por habitaciones de hotel y el traslado en taxi desde el aeropuerto de Santiago y el Congreso en Valparaíso por un monto superior a los 100 mil pesos.
Sin embargo, varios parlamentarios, al ser consultados por esta auditoría, se mostraron sorprendidos y aseguraron no conocer el documento, pero, según manifestó el senador socialista Carlos Montes, al haber una impugnación a la rendición estas no deberían ser reembolsadas a los parlamentarios auditados.
Entre los datos que consigna la información recogida por el diario La Tercera, la diputada Camila Vallejo compró un taladro por una suma cercana a los 200 mil pesos que utilizó para reparaciones en su oficina parlamentaria.
El diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, señaló que es necesario aclarar los alcances de la auditoría y afirmó que cuando se compra un artículo que será utilizado en las oficinas parlamentarias, estos pasan a ser propiedad de la Cámara.
