Peter Saunders, fundador de Napac -organización del Reino Unido que apoya a víctimas de abuso- y exmiembro de una comisión del Vaticano que investigaba el abuso sexual dentro de la Iglesia, cuestionó que el papa Francisco haya pedido perdón por dichos actos cometidos al interior de la institución religiosa.

Lo anterior, luego que en su primer discurso en suelo chileno -y en su recibimiento oficial en La Moneda- manifestara “el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”.

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Ante ello, Saunders reaccionó tajante: “Las palabras no valen sin una acción real, estoy muy decepcionado”, dijo en conversación con Canal 13.

Asimismo, cree que las palabras del máximo representante del catolicismo es “inentendible, un gran insulto no sólo para las víctimas, para la gente de Chile, para la gente del mundo que le preocupa este tema”, remató.

Peter Saunders, exintegrante de la Comisión Pontificia para la Prevención, lanzó el lunes junto a activistas de Francia, Ecuador, Estados Unidos, Perú, México, Argentina, Jamaica y Alemania, el Ending Clerical Abuse (ECA).

La nueva organización pretende conformar “un grupo notable de abogados para poder llevar a los tribunales estos crímenes de lesa humanidad”, comentó Sara Oviedo, exvicepresidenta del comité internacional de los derechos del niño de la ONU.

Además, buscan documentar los casos que se registran en todo el mundo y presentarlos ante la ONU, explicó la Agence France-Presse.

Criticas en Chile

A los cuestionamientos de Saunders, en Chile se sumó la exprimera dama Marta Larraechea, quien evidenció la contradicción entre los dichos del Papa en La Moneda versus la presencia del obispo Barros en la misa por la paz que ofició en Santiago.

“Barros participa de la ceremonia en Parque O’Higgins, qué vergüenza ¿De qué pide “disculpas“ el Papa? No le creo nada, dice una cosa y hace otra”, aseguró a través de su cuenta en Twitter.

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Los laicos de Osorno apuntaron en la misma línea y sostuvieron que estas palabras no tienen sentido si no se realizan reales cambios dentro de la institución eclesiástica.

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En ese contexto también recibió criticas del padre jesuita Fernando Montes, quien es cercano al Papa e indicó que si bien tenía derecho a estar presente en su condición de obispo, hubiera sido mejor que se restara.

Ante todo lo anterior, a la salida de la misa salió a defenderse diciendo que “se han dicho muchas mentiras” respecto a su caso y admitió que se siente respaldado por el obispo de Roma.

Pero una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima salió inmediatamente a disparar contra Barros: “Él estaba presente cuando Karadima me tocaba”, aseguró.