Este lunes, la habitual vocería de Gobierno fue compartida por Paula Narváez y el canciller Heraldo Muñoz. Lo anterior, con el objetivo de dar a conocer los últimos esfuerzos mancomunados que ministerios y servicios públicos realizan a raíz de la visita papal.

En este contexto, Muñoz enfatizó en las diferencias sociales del Chile de hoy y del país que hace 30 años recibió a Juan Pablo II. “El año 87 Chile quería hablarle al Papa, de la dictadura, del sufrimiento, de la opresión, de la falta de democracia que existía. Hoy viene otro Papa, latinoamericano, y Chile tiene una democracia consolidada, es un país más próspero, que ha logrado atacar la pobreza, que ha logrado crecer, hacer reformas sociales profundas y que tiene todavía desafíos por delante”, señaló.

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El ministro de Relaciones Exteriores, además, mostró altas expectativas en el diálogo que Francisco pueda sostener con la presidenta Michelle Bachelet. “Es una visita de Estado, no solo pastoral (…) Hay temas coincidentes: cómo combatir la pobreza y la desigualdad, cómo enfrentar adecuadamente derechos y demandas de pueblos originarios, cómo proteger la casa común, como ha dicho a través de su encíclica, cómo tener un medio ambiente sano, un desarrollo económico sustentable, cómo enfrentar un problema global como el de las migraciones, que afecta dramáticamente a algunos países y que es una experiencia nueva para Chile que ha sido un país de acogida a los pobres, a los refugiados incluso y a muchos que buscan un futuro mejor”.

“Es un líder político, no solo es jefe de la Iglesia Católica universal sino que un líder político internacional que ha tenido participación importante en materias tan significativas como el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, como la protección de los cristianos y el medio oriente, o el diálogo interreligioso”, agregó.