A 2 meses de que Michelle Bachelet entregue la banda presidencial a Sebastián Piñera, su futuro inmediato está cada vez más claro en la escena internacional, tal como ocurrió en 2010 cuando llegó a dirigir ONU Mujeres.

De hecho, este miércoles, en calidad de Presidenta de la República recibió en la sala de audiencias de La Moneda a los integrantes de la Secretaría General de Salud de la Familia, la Mujer y el Niño, pertenecientes a la Organización Mundial de la Salud (OMS), para abordar la agenda que ha impulsado en Chile bajo su segundo mandato.

Sin embargo, durante la reunión Bachelet le confirmó a la italiana Flavia Bustreo, subdirectora de dicha comisión dependiente de la OMS, que aceptaba la nominación para presidir la comisión que aborda temas ligados a la salud familiar y de menores.

En el encuentro además estuvo presente la actual ministra de Salud, Carmen Castillo, y la exministra de esa cartera, Helia Molina.

Actualmente, dicha comisión la preside la esposa de Nelson Mandela, Graca Machel (mujer cercana a Bachelet), cuya posición tiene una permanencia de 2 años. De este modo, la actual Mandataria se desempeñará en el cargo durante 2018 y 2019.

El requisito, explicaron fuentes de Gobierno, es que Bachelet viaje al menos dos veces al año a Ginebra, Suiza, donde está la sede mundial de la OMS para concretar reuniones. En tanto, también se detalló que el cargo no contempla un sueldo ni contratación como sí ocurrió con ONU Mujeres en 2010.

El resto del trabajo, explicaron, se realizará por teleconferencias que se harán a medida que la comisión tenga encuentros y donde Bachelet podrá aportar con su visión y experiencia en programas sociales aplicados en nuestro país, como -por ejemplo- Chile Crece Contigo.

Eso sí, no será la primera ocupación que tendrá Michelle Bachelet, ya que en septiembre de 2017 también aceptó participar de la Junta Asesora de Alto Nivel sobre Mediación ante conflictos: el órgano que asesorará directamente al Secretario General de la ONU, el socialista portugués Antonio Guterres.

Por dicho cargo, según explicó Bachelet en su momento, tampoco recibirá sueldo.

La Mandataria ha dicho que no vivirá en el extranjero tras el fin de su gobierno, aunque más allá de su intención existe un impedimento legal para que abandone Chile, ya que la ley obliga que los expresidentes se queden en el país hasta 6 meses después de dejar su cargo.