Siguen las purgas al interior de la Nueva Mayoría tras la derrota de Alejandro Guillier, fracaso que vino a profundizar la crisis política en todas las colectividades, aunque con mayor fuerza en la Democracia Cristiana.

Hoy, a tres semanas del triunfo de Sebastián Piñera, los siete partidos se reunieron por segunda vez para analizar el campo de acción que tomaran en dos frentes. Primero, coordinar las presidencias del Senado, la Cámara de Diputados y las comisiones; segundo, analizar cómo se organizarán para ser oposición al futuro gobierno.

Para esto se reunieron los partidos, incluida la DC, a un almuerzo donde cada uno -indicaron fuentes presentes– detalló el proceso interno que están viviendo.

El presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, reveló públicamente que dentro del diálogo que busca generar un acuerdo, estuvo presente el trabajo individual de redefinir la identidad de cada partido.

El timonel del PS, senador electo Álvaro Elizalde, adelantó desde ya que el consenso general en esta segunda reunión, es redirigir el trabajo a conformar un gran bloque progresista de oposición a Sebastián Piñera.

Para esto los partidos acordaron seguir “conversando” con el Frente Amplio para coordinar esfuerzos políticos–comunicacionales en conjunto a partir del 12 de marzo.

El presidente del partido Comunista, Guillermo Teillier, fue claro en señalar que la intención del bloque es abrir un abanico de partidos que parta en la DC hasta Frente Amplio.

Y para eso existe un camino inmediato con el Frente Amplio. Esto es negociar las presidencias de ambas cámaras, como también los votos para integrar las diversas comisiones. El presidente del partido Radical, Ernesto Velasco, así lo explicó.

Futura oposición que todavía no hace públicamente un análisis en conjunto sobre el escenario que vivieron en la primera y segunda vuelta.