Joaquin Antonio Medel, el hombre que se robó la atención en las celebraciones del triunfo de Piñera en la Alameda tras emerger entre la multitud con un busto de Pinochet en alto, contó su historia y por qué adhiere con tanto fervor al régimen que tomó el poder entre 1973-1990.

Es un reconocido personaje de Recoleta por su botillería temática, donde tiene permanentemente el polémico busto -que también sacó a relucir cuando Piñera ganó en 2009- hecho por el escultor Óscar Fredes.

“Él era cliente de acá, vivía cerca hace como 15 ó 16 años. Primero me ofreció uno de yeso, pero era muy pesado. El que tengo ahora es de fibra de vidrio, es livianito”, dijo en conversación con el portal POUSTA.

Asimismo, admitió que tiene muchas otras cosas relacionadas a Pinochet tanto en el local como en su casa. “Tengo cosas que me ha regalado gente que no la pueden lucir, pero a mi me las regalan porque me encuentran consecuente. Me las regalan porque yo las puedo lucir y porque me lo merezco”, aseguró.

Eso sí, explicó que en primera vuelta votó por José Antonio Kast “y casi toda mi familia votó por él. A mi me representan sus valores, su tema y todo. Todo me representa. Desde que he votado, José Antonio Kast es el candidato que más me ha representado en todo sentido, incluso más que Joaquín Lavín”, sostuvo.

“Piñera… a mi Piñera no me gusta, pero es lo mejor para Chile. José Antonio me va a seguir gustando, quizás haga un partido y a lo mejor podré militar en el partido de él. Si va en cuatro años más votaré por él, pero no va sacar más del 10 ó 15%. Soy consiente que es un voto nulo, pero ahí está y ahí estuvimos todos”, agregó.

En ese contexto, también deslizó su análisis sobre por qué triunfó la derecha en esta última elección: “En este país se creó una clase media, que somos el 50% ó 70%, que es la que tira para arriba este país. La clase media en este país en los años 70 no existía. Hasta el año 73 había un 5% rico y todo el resto pobre: la clase media existió gracias al sistema que creó mi general Pinochet”, explicó.

Asimismo, aseguró que a los jóvenes no tienen mucha afinidad con las posturas del dictador porque “en las universidades los centros de alumnos les lavan el cerebro con el Frente Amplio y la izquierda dura”.

Para cerrar, detalló que cada 11 de septiembre se coloca poleras de Pinochet, hace un asado y tiene preparada su bandera. “Tengo hartos amigos que vienen a mi casa y si se corta la luz hacemos el asado igual. Lo otro importante es que ese día está de cumpleaños mi señora“, contó.

“Cuando supe que su cumpleaños era el 11 de septiembre como que me flechó más”, admitió.