A 354 ascienden los casos confirmados de parotiditis o “paperas” que afectan a reos y gendarmes de dos cárceles del país: Santiago 1, en la región Metropolitana y el complejo penitenciario de Valparaíso.

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Se trata de un brote de la enfermedad que se inició a fines de septiembre, entre la población que reside fuera de los penales, pero que se propagó al interior entre los reos, y también a los funcionarios.

A la fecha, los contagios se habrían reducido a la mitad en ambos recintos, según informó a Radio Bío Bío la encargada de Salud de Gendarmería, Beatriz de Gregorio.

Sin embargo, detalló la funcionaria, aún quedan más de 150 contagios activos.

El brote continúa vigente y los casos actuales de la enfermedad superan los 180. En la Penitenciaría incluso, según pudo conocer La Radio, hay calles que se encuentran cerradas al acceso y gendarmes utilizan mascarilla y alcohol gel para evitar contagios.

Y aunque según las autoridades el brote ya estaría controlado, el presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (ANSOG), Joe González manifestó su preocupación, debido al hacinamiento en que se encuentran los reos, y que también afecta a los trabajadores, alcanzando un total de 11 funcionarios contagiados.

En Chile, el plan nacional de vacunas contempla la inumunización contra esta enfermedad, pero según la past president de la Sociedad Chilena de Infectología, Jeanette Dabanche, esta podría ser una razón para que se reconsidere el reforzamiento de la vacuna en adolecentes.

La parotiditis implica la inflamación de las glándulas comprendidas entre las orejas y la mandíbula, lo que produce dolor al tragar, hablar o masticar, durante aproximadamente 10 días.

Aunque no representa un riesgo mayor para la salud, se trata de una enfermedad en extremo contagiosa.