Por el delito de cohecho fueron condenados dos funcionarios del Hospital El Salvador,luego que la justicia diera por acreditado que ambos incumplieron los deberes de su cargo avisando a determinadas funerarias de la muerte de pacientes, a cambio de obtener un beneficio económico.

Se trata de los empleados de la Unidad de Anatomía Patológica del recinto hospitalario, Germán Carrasco González y Luis Alejandro Guerrero, quienes deberán cumplir con 61 días de pena remitida y la suspensión para ejercer cargos públicos.

La Fiscalía Oriente formalizó esta investigación estableciendo que habían pagos a empleados del hospital por entregar antecedentes -a las funerarias- de las personas que morían y un pago mayor en el caso que se lograra el contrato con las empresas “Amor de Cristo” y “Renacer”.

El fiscal Carlos Gajardo dijo que fue clave, para establecer la comisión del delito de cohecho, las medidas intrusivas ordenadas y autorizadas por el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago. Por medio de interceptaciones telefónicas se determinó la forma en que operaban ya que se obtuvo el contenido de las llamadas ocurridas entre los indagados entre junio a diciembre del año 2013.

En los audios se puede apreciar el ilícito porque se utilizaban diversos códigos para comunicarse. Como ejemplo, se detalla que si no existían fallecidos aludían a que el “estadio está vacío”, o que el “partido estaba dos cero” en referencia a dos cadáveres.

Por los antecedentes se pagaban entre $5.000 y $15.000, pero si se concretaba el negocio se cancelaban más de $60.000. En estas escuchas, además, se establecía que “muerto encajonado, era muerto pagado”.

El fiscal explicó detalles de la forma en que operaba este grupo, pero sobre todo subrayó la importancia de las escuchas telefónicas.

Gajardo explicó que este tipo de delitos se realiza de manera oculta y clandestina respecto de los pagos acordados con funcionarios públicos, por lo que son fundamentales las medidas intrusivas.