Quizá en lo único en lo que las encuestas no erraron, fue en el orden de los candidatos para la segunda vuelta. Por lo mismo, el porcentaje de votación que logró Alejandro Guillier no sorprendió al interior de la Fuerza de la Mayoría, en donde la apuesta era llegar al balotaje, más que vencer a Piñera.

Si bien sorprendió el importante apoyo que logró Beatriz Sánchez (20,27%), el principal afectado fue el abanderdado de Chile Vamos, quien no alcanzó a superar la barrera del 40%.

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Sin embargo, ahora la tarea de Guillier será nada menos que tratar de conquistar al electorado del Frente Amplio, sin intentar lograr acuerdos con sus dirigentes, quienes no sólo podrían dilatar una decisión, sino que además terminar rechazando un acuerdo con el oficialismo.

De esta forma, será clave la figura de Michelle Bachelet, quien salió fortalecida en estos comicios, no sólo por el apoyo espontáneo de la ciudadanía durante su aparición pública al ir a votar, sino que implícitamente, estas elecciones sirvieron de “plebiscito” a sus reformas progresistas.

Aquí es necesario hacer una diferencia, puesto que si bien el gobierno de Bachelet ha sido ampliamente criticado por su gestión administrativa, no se puede mezclar con el apoyo mayoritario a sus ideas progresistas, que le han valido incluso el reconocimiento en el exterior.

En el fondo, el electorado al que debe apuntar ahora Alejandro Guillier, es el mismo que en el pasado apoyó la primera incursión de Marco Enríquez-Ominami o la irrupción de Franco Parisi, por ejemplo, que se siente abusado por las isapres, las AFP y que en general apoyan las reformas, con una visión muy crítica de la clase política tradicional.

De ahí la conformidad de La Moneda al momento de los análisis, en donde el resultado puso en entredicho los augurios de las encuestas, que periódicamente evalúan negativamente la gestión de la presidenta Bachelet.

De esta forma, al igual que Piñera, posiblemente escuchemos a un Guillier con un discurso progresista y con constantes llamados a la unidad de todos los sectores políticos de la centroizquierda.

Mientras, el Frente Amplio continúa celebrando su triunfo al margen de los principales medios de comunicación y encuestas, dando voz a una “calle” ignorada por los políticos tradicionales, y con un proyecto a largo plazo que debiera ser liderado por Giorgio Jackson, el gran ganador de las parlamentarias con más de 100 mil votos.