La vestimenta del juez José Ignacio Rau, quien absolvió a 11 acusados en el caso Luchsinger-Mackay, abrió el debate de cómo deben lucir los magistrados.

Según indicó El Mercurio, existe un auto acordado en la Corte Suprema, que data de 2009, y que señala que la Constitución les exige “una conducta superior a la normal”. Sin embargo, entre los juristas existen discordancias en esta materia.

Asimismo, el medio consigna que la situación se ha discutido en varias oportunidades. Incluso, se ha pensado implementar la toga -túnica negra- para aplicar uniformidad.

Lamberto Cisternas, ministro del máximo tribunal, sostuvo que los jueces “no deben llamar la atención por su forma de vestir. La audiencia se debe enfocar en el fondo y no en la forma”.

Paula Vial, ex defensora nacional, afirmó en 2009 que “me inquieta mucho más que los jueces, fiscales, los defensores se preocupen de argumentar adecuadamente, resolver adecuadamente”.

Ese año, cuando se discutió el tema en el Pleno, se instruyó que “los jueces en el sentido de observar especialmente durante sus audiencias en que participen las exigencias que requiere la dignidad de su magistratura en su vestuario y trato con abogados y otros partícipes en los procedimientos, así como sus subordinados y público en general, evitando toda actitud o acción que menoscabe tal condición”.

Otra situación que abrió el debate con respecto al comportamiento de los magistrados se vivió en Bulnes, región del Bío Bío, cuando la jueza Karina Luna acudió a una audiencia con su mascota, la cual la acompañó en el estrado.

Consultada la Corte de Apelaciones de Chillán si se había efectuado una investigación sobre la conducta de la magistrada, se indicó que nadie había realizado denuncia alguna y que ya la jueza había regresado a su juzgado de origen, donde es superior jerárquico la Corte de Apelaciones de Concepción.

El tribunal de alzada penquista, extraoficialmente, sostuvo que la imagen correspondía a Bulnes y que por lo tanto no correspondía ni siquiera pedir informe a la magistrada Luna, no obstante, es sabido de su labor periódica junto a la mascota en la instalaciones del tribunal.