Por motivos que van desde problemas familiares, deudas, adicción a las drogas, entre otras, resultan seis de cada diez secuestros falsos en Chile, según indica el equipo de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), de la PDI. Los uniformados, deben investigar hasta encontrar al “prisionero”, incluso si ya hay conocimiento de que se trata de un falso secuestro.

Este año se han registrado 35 casos, de los cuales sólo 14 fueron secuestros reales. En un procedimiento de este tipo se disponen de dos negociadores (de un total de 21) y 40 policías, abiertos a que puedan participar otros efectivos de otras unidades, consignó El Mercurio.

Según cuentan desde la PDI al impreso, la solicitud de dinero va desde “lo que tengan” hasta los 50 millones de pesos, más drogas y joyas.

En casos reales, algunos secuestros responden a “ajustes de cuentas” y secuestros express, por motivos comerciales o pasionales. Estos por lo general no son denunciados. Y en los casos falsos, llegan hasta con lesiones.

Si bien se logran “atrapar” a quienes realizan estas acciones, pocas veces son formalizados en los Juzgado u obtienen penas mínimas por ir contra el “orden público”, considerando el despliegue de la PDI y la pérdida de recursos tras cada operativo.