Como “burdo” y una “cortina de humo”, calificaron desde la Nueva Mayoría, el informe elaborado por la Fundación Jaime Guzmán, que cuestionó la metodología del Censo 2017.

El exdirector del Instituto Nacional de Estadísticas durante la administración Piñera, Juan Eduardo Coeymans, dijo que el proceso desarrollado por el actual gobierno sería peor que el llevado a cabo en 2012.

La Fundación Jaime Guzmán publicó un informe en el que cuestiona la metodología con la que se desarrolló el Censo 2017, llevado a cabo tras las graves deficiencias del proceso desarrollado en 2012, por la administración Piñera.

En esta oportunidad, la fundación apuntó hacia las tasas de omisión en la cobertura de hogares, las que calificó como “equivalentes”. Según el texto, se calculó “comparando el stock de viviendas censadas con el stock de viviendas del Precenso, realizado nueve meses antes que el Censo 2017″.

“Cuando se corrige este error, la tasa de omisión resulta ser 2,84%, transformándose en superior a la tasa de omisión de viviendas de 1,8% del Censo 2012”, algo que para el exdirector del Instituto Nacional de Estadísticas de la administración Piñera, Juan Eduardo Coeymans, pondría al Censo 2017 como peor que el de 2012.

El informe de la fundación, que asesora a parlamentarios de Chile Vamos, también cuestionó la cifra de personas que fueron censadas en el proceso de este 2017. “La población proyectada por el INE para este año era de 17.382.005 personas. Es decir, en cinco años la población chilena habría disminuido en nueve mil personas. Esto lleva al absurdo de que sería mayor el número de fallecidos que el de nacimientos”.

Dados estos antecedentes, el diputado y jefe de bancada de la UDI, Felipe Ward, exigió que las autoridades de gobierno expliquen los detalles del Censo ante la comisión de economía de la Cámara de Diputados.

Desde el oficialismo desestimaron los datos del informe, siendo el diputado PPD, Ramón Farías, quien calificó el texto como “burdo” y que se trata de una “cortina de humo” para limpiar lo hecho en el proceso durante la administración Piñera.

“El costo del Censo 2017, a pesar de ser abreviado, fue de más de 50 mil millones de pesos, a diferencia del efectuado en 2012, que tuvo un costo de 37 mil millones de pesos”, fue otro de los puntos que cuestionó el informe.