La presidenta Michelle Bachelet encabezó en el Palacio de La Moneda la conmemoración de los 44 años del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, instancia en la que también aprovechó de referirse implícitamente a lo acontecido en el último Te Deum Evangélico, en el que fue duramente criticada por algunos de los asistentes.

“No permitiremos que las creencias personales, políticas, religiosas o valóricas, nos hagan perder el respeto por los modos de convivencia cívica, por el otro o los otros”, dijo la mandataria en alusión a los dichos del exfuncionario del Gobierno de Sebastián Piñera y pastor evangélico, Eduardo Durán Salinas, quien la fustigó por la “agenda valórica” de su gestión.

A renglón seguido, Bachelet dijo que “las instituciones democráticas de la República sirven para unir al país y no corresponde usarlas como excusa para la división”.

“Quienes no respetan la diversidad de miradas, no contribuyen a hacer de Chile la comunidad amigable que queremos”, sentenció.

Complejo Te Deum

Ayer domingo, durante el Te Deum evangélico, se emplazó al Gobierno -y en específico a la presidenta Michelle Bachelet- por los lineamientos en materia de aborto y matrimonio igualitario. Afuera del templo ubicado en Estación Central, incluso, algunas personas le gritaron “asesina” a la jefa de Estado.

Ese escenario hizo que Bachelet se retirara evidentemente incómoda del lugar. El obispo Eduardo Durán Castro admitió que el encuentro fue complejo: “Ella me dijo: ‘esto es un abuso’. (…) No pude decirle nada, porque salió prácticamente corriendo”, aseguró.

Asimismo, indicó que el apoyo a Sebastián Piñera durante el Te Deum surgió “como algo espontáneo” y que su sector siempre optará por quienes concuerden con sus posturas valóricas.