La presidenta Michelle Bachelet, durante su discurso conmemorativo del 11 de septiembre, hizo frente a las críticas de la denominada “familia militar” y partidos políticos que han acusado al Gobierno de buscar revancha al perseguir el cierre del penal Punta Peuco, lugar en el que cumplen condena uniformados en retiro condenados por delitos contra los Derechos Humanos.

“No voy a permitir que anhelo de justicia y reparación de miles de familias en Chile sea calificado como revanchismo”, enfatizó la presidenta Bachelet durante su alocución, sin referirse a la situación del recinto penitenciario que, de acuerdo a trascendidos, podría ser cerrado durante este mes y sus internos derivados a un módulo especial de Colina I.

Asesinato de Frei Montalva

Tras recibir una larga ovación, la presidenta comenzó su discurso afirmando que el expresidente Eduardo Frei Montalva, fue asesinado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet, expresando su reconocimiento a la hija del también fundador de la Democracia Cristiana, senadora Carmen Frei.

La dictadura perpetró el asesinato del presidente Eduardo Frei Montalva. El crimen fue el mismo en contra de todos quienes habiendo sido adversarios en la democracia, iniciaban juntos un camino de reencuentro”, sostuvo Bachelet.

Levantamiento del secreto

El discurso de la mandataria no estuvo exento de anuncios en materia administrativa. En este sentido, la presidenta declaró que La Moneda enviará un proyecto de Ley con discusión inmediata para levantar el secreto de los antecedentes aportados a la Comisión Valech I, “para que esa información se pueda entregar a los tribunales, de manera de avanzar en procesos que hoy estaban detenidos”.

Por otra parte, también informó que se profundizarán los mecanismos para la recalficación de las víctimas de prisión política y tortura durante la dictadura, estableciendo una comisión que revisará los antecedentes de quienes hayan sido rechazados por la Comisión Valech II.

Recorrido emotivo

Previo a su discurso, la presidenta realizó un recorrido por la Casa de Gobierno, acompañada de la hija del expresidente Salvador Allende, senadora Isabel Allende, la sobrina del fallecido mandatario, diputada Denisse Pascal Allende, y la nieta del ex jefe de Estado, diputada Maya Fernández Allende.

Al llegar al salón en que Salvador Allende se quitó la vida, la hija del exmandatario se vio evidentemente conmovida y, entre lágrimas, depositó, junto a la presidenta, flores sobre el sillón en el que el expresidente se quitó la vida, pasadas las dos de la tarde del 11 de septiembre de 1973, tras haber rendido el Palacio a las fuerzas golpistas.

Durante este segmento de la ceremonia, Bachelet inauguró el salón “Democracia y Memoria”, el que, a juicio de la autoridad, consigna y hace patente el compromiso de la Casa de Gobierno con la democracia, el respeto a los Derechos Humanos y para que “nunca más este edificio sea violentado”.