Diversas han sido las reacciones tras el aterrizaje de 11 avionetas en pleno desierto florido, fenómeno que comenzó a desarrollarse a mediados de julio y que, actualmente, se encuentra en pleno apogeo. No obstante, el daño a este ecosistema ha aumentado en el último tiempo y organizaciones acusan que existe poco apoyo para su protección.

“Hay sectores completos de floraciones que han sido destruidos principalmente por vehículos 4×4. Acá no existe el concepto de respeto por la naturaleza. Tampoco ha habido mucho apoyo de las autoridades”, indicó a El Mercurio el presidente de la agrupación ambientalista “Caminantes del Desierto”, Mauricio Quezada.

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A lo anterior, se sumaron los oficios que ha preparado el senador por Antofagasta, Pedro Araya, para enviar a entidades como el Ministerio del Medio Ambiente por las “escasas medidas adoptadas” a modo de preservar el fenómeno, indicó el medio.

Por su parte, la intendenta de la región de Atacama, Alexandra Núñez, calificó como un “atentado a nuestro patrimonio” el aterrizaje de 11 avionetas en pleno desierto florido y sentenció que el hecho merece sanciones.

De esta forma, podría haber delitos aeronáuticos, puesto que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) había autorizado el plan de vuelo entre las comunas de Caldera y Ovalle.

Los hechos

Este fin de semana, las máquinas aterrizaron en las cercanías de la Hacienda Castilla, sector de Totoral, comuna de Copiapó.

Después, sus tripulantes bajaron, hicieron un picnic y, al terminar, emprendieron vuelo de vuelta a sus destinos, despegando desde las mismas planicies floridas que el mismo Gobierno de la región tanto ha llamado a cuidar.

La situación, que se viralizó a través de redes sociales, no sólo causó indignación en cientos de usuarios, sino que gatilló la respuesta de entes gubernamentales que repudiaron el hecho.

Por su parte, la DGAC precisó que nunca autorizó aterrizajes en el desierto florido y confirmó que inició una investigación a modo de esclarecer lo ocurrido.

La Corporación Nacional Forestal no descarta acudir a la Justicia tras el hecho debido a que considera, al igual que Núñez, que el fenómeno del desierto florido es patrimonio natural nacional.

En tanto, el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, señaló a través de su cuenta oficial de Twitter que, a modo de proteger de mejor manera un ecosistema tan delicado como el que está en desarrollo en el norte, se requiere una mejor institucionalidad y llamó a la creación del Servicio de Biodiversidad.