Los juegos inflables se han puesto de moda durante el último tiempo, tanto para eventos infantiles como actividades de verano. Por este motivo el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), entregó recomendaciones para su compra o arriendo.

Castillos, laberintos, obstáculos y casas son algunas de las formas que tienen estos juegos que, comúnmente, están hechos de tela sintética. Centros comerciales y emprendedores han visto en estos un nuevo tipo de comercio, donde los principales consumidores son los niños.

Sin embargo, en Chile no existe una norma técnica específica referida a estos, por lo que se trata de un mercado sin regulación, fiscalización, seguros o garantías para los consumidores.

El Director Nacional del SERNAC, Ernesto Muñoz, realizó un llamado a los consumidores para que se informen de los cuidados y riesgos de este tipo de juegos, y a tener en cuenta las recomendaciones al momento de elegir estos servicios.

A la hora de comprar, fíjese que el producto contenga:

-Rotulación en idioma castellano, de forma clara y legible.
-Instrucciones de armado.
-Recomendaciones de uso.
-Advertencias.
-Nombre o la marca del fabricante, importador o responsable de la venta.

Si va a arrendar, ponga atención a lo que pudiera incluir el servicio:

-Tiempos de entrega y retiro del producto.
-Instrucciones de armado y/o disposición de un encargado para armar y desarmar el juego.
-Recomendaciones de uso y/o disposición de un monitor para la supervisión de los niños/as.
-Advertencias.

Algunos riesgos asociados a los juegos inflables:

-Inestabilidad y volcamiento en condiciones de viento.
-Desprendimiento del anclaje.
-Situaciones causadas por la pérdida de presión (el juego se desinfla) por diversas razones, entre ellas la falla o pérdida de la potencia del ventilador.
-Lesiones de los usuarios por el comportamiento inadecuado de algunos de ellos, lo que se produce por la excesiva cantidad de niños jugando al mismo tiempo, y la falta de separación de los más grandes de los más pequeños.
-Acceso a partes peligrosas de la maquinaria que se encuentren inadecuadamente protegidos como sopladores, motor y cables, entre otros.
-Riesgos eléctricos, como electrocución o quemaduras.