El Gobierno le entregó su respaldo al general director de Carabineros, Bruno Villalobos, tras conocerse que fue interrogado por el ministro Carroza, en calidad de testigo, por su presunta vinculación en el episodio que terminó con la muerte de Patricio Manzano, un estudiante de 21 años en 1985.

Fue la vocera de Palacio, Paula Narváez, quien señaló que no pedirán la renuncia del general Villalobos y que cuenta con plena confianza del Ejecutivo, tal como lo indicó con anterioridad el ministro del Interior, Mario Fernández.

El hecho al que alude la investigación ocurrió durante 1985, cuando cerca de 170 jóvenes universitarios realizaban trabajos voluntarios a cargo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, en la comuna de San Felipe.

El nombre de Villalobos surgió en base a un informe elaborado por la Policía de Investigaciones, que identificó a los efectivos que participaron del operativo, en el que falleció Patricio Manzano, a causa de un paro cardiorespiratorio en la primera Comisaría de Santiago.

Hasta allí habría sido trasladado el estudiante de Ingeniería de la Universidad de Chile, período en que el actual general director de la institución, se desempeñaba como oficial a cargo.

Fuentes del caso indican que habría reconocido su presencia en el lugar, pero indicando que se encontraba fuera del recinto cuando ocurrieron los vejámenes, por lo que no los habría presenciado.