Aprovechando la conmemoración del Día del Mar en Bolivia, el presidente Evo Morales insistió en la demanda marítima con Chile y la detención de los 9 ciudadanos bolivianos, apuntando a la invasión y agresiones reiteratativas de nuestro país. Sus dichos causaron de inmediato reacciones al interior del gobierno, donde rechazaron los dichos del mandatario, ya que -recalcaron- insiste en “dar declaraciones que no comprometen mejoras a lograr una buena relación entre ambos países”.

Como cada 23 de marzo, Bolivia celebra el Día del Mar luego que en 1879 el país perdiera el acceso al océano en la Guerra del Pacífico, donde cedió 120.000 km2 de su territorio, entre estos 400 km de costa.

En su discurso conmemorativo, el presidente Evo Morales reiteró sus acusaciones respecto a que su país fue invadido y agredido por Chile durante el conflicto bélico.

En esa línea, el mandatario altiplánico recordó varios de los hechos que ha llevado a que ambos países se confronten ante tribunales internacionales. De esta manera, aclaró que Chile durante más de 100 años “ha comprometido con Bolivia una salida soberana al Oceàno Pacìfico” y de paso destacó los acuerdos, bajo actas, que fueron replicàndose a partir del Tratado de la Paz y Amistad firmado por ambos en 1904.

Frente a ello, aseguró que Bolivia no se quedará tranquila hasta conseguir soberanía al mar.

Además, el jefe de Estado se refirió a la detención de 9 ciudadanos bolivianos en el norte de Chile, otra de las situaciones que tensiona las relaciones entre ambos paìses.

Recordemos que estos ciudadanos quedaron en prisión preventiva tras ser formalizados por asalto y porte ilegal de armas. Al respecto, Morales expresó nuevamente su repudio a esta detención, asegurando “que el contrabando no es comercio, es delito. Por tanto no se roba, sino se incauta”, remarcando que es una agresiòn de Chile en represalia a la demanda marìtima.

Respuesta de Chile: Declaraciones no ayudan

El encendido discurso de Morales no cayó bien en el gobierno de Chile. La vocera de La Moneda, Paula Narvàez, aseguró que durante los años el país ha realizado toda la colaboración en materia jurídica durante su asistencia a la Corte Internacional de Justicia y que las declaraciones del mandatario están fuera de lugar, ya que no son parte de una buena relación que debiesen entablar países fronterizos.

Respecto a la situación de los 2 militares y siete funcionarios de aduanas detenidos en la frontera, el ministro de Defensa boliviano, Reymi Ferreira, se sumó a las palabras de Morales y criticó a la presidenta Michelle Bachelet.

En tanto, el presidente de la Comisiòn de Defensa de la Càmara de Diputados y miembro de la comisiòn de Relaciones Exteriores, Jorge Tarud, rechazó el pronunciamiento asegurando que la justicia es independiente y actùa en su proceder y no hay sometimiento a la sociedad civil.

El ministro del Interior, Mario Fernández, también se refirió a este caso, estableciendo que están todas las garantías en juego para los detenidos en Colchane, agregando que todo se rige al amparo de la ley.

No obstante, Evo Morales acusó falta de independencia en los poderes del Estado chileno, y anunció que recurrirá a la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH).