El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, realizó este lunes una visita al río Silala, para reforzar demanda en La Haya. La actividad se desarrolló en medio de la tensión con Bolivia por la detención de dos militares y siete civiles bolivianos cerca de la frontera.

Se trata de uno de los puntos de conflicto que ha marcado las relaciones entre ambos países en el último tiempo, y que incluso llevó a nuestro país a presentar una demanda en 2016 ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, buscando que el tribunal determine el acceso a las aguas del río.

Según Chile, las aguas del Silala fluyen naturalmente desde Bolivia hacia nuestro territorio, por lo cual se le debe considerar un río internacional. No obstante, el país altiplánico considera que es un manantial desviado artificialmente por los chilenos.

En ese marco, es que el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, encabezó una visita “con el fin de observar en terreno y mostrar a la opinión pública que el Silala fluye desde, lo que hoy es Bolivia, hacia lo que hoy es Chile de manera natural, siguiendo la gradiente del terreno”.

“Por lo tanto es un río internacional en que ambos países ribereños (Chile y Bolivia) tienen el derecho a un uso razonable y equitativo, tal como lo establece por el Derecho Internacional Consuetudinario”, explicaron desde la Cancillería.

En ese sentido, Muñoz recalcó que “Bolivia, durante más de 100 años, ha reconocido en su cartografía, en las declaraciones de ministros, de altos oficiales de su cancillería, de sus expertos, que este es un río internacional”.

Junto al jefe de la diplomacia chilena, estuvieron presentes la agente ante La Haya, Ximena Fuentes, y el coagente Juan Ignacio Piña, además de parlamentarios integrantes de la comisión de Relaciones Exteriores.

Respecto a la actividad, el ministro destacó la unidad nacional para enfrentar la disputa con Bolivia: “Me parece un hito importante estar todos juntos, todos los parlamentarios y el ejecutivo, para defender nuestros intereses”, aseguró.

Asimismo, sobre la determinación de demandar al país altiplánico, sostuvo que lo que pasó fue que “Bolivia nos amenazó y Chile no acepta amenazas. Nos amenazó de demandarnos, pero como nosotros tenemos la evidencia, dijimos Chile va a defender sus intereses y nosotros demandamos a Bolivia para que la corte nos de la razón”.

La actividad se registra en medio de la última polémica por la detención de dos militares y siete civiles bolivianos en Chile, en un confuso incidente que tiene hasta ahora dos versiones y que despertó la furia del gobierno de Evo Morales, que lo tildó de “agresión”.

Para la presidenta Michelle Bachelet, la detención ocurrió en suelo chileno en momentos en que estaban “cometiendo delitos”, mientras que el gobierno boliviano afirma que sus funcionarios fueron “secuestrados” cuando combatían el contrabando en su propio país.

El nuevo incidente diplomático entre dos países que mantienen rotas sus relaciones diplomáticas desde marzo de 1978 ocurre en vísperas de que el gobierno de Evo Morales entregue en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya la réplica a la contrademanda que Chile presentó a la solicitud de La Paz de conseguir una salida soberana al mar.